Buscando fomentar la educación científica y que cada vez más niños y niñas colombianos se acerquen e incorporen la ciencia en su día a día, nutriendo así su curiosidad y por qué no, su sueño de convertirse en un futuro en científicos, Ciencia Magnética, en alianza con El Espectador y Compensar lanzan “Respira Ciencia”, una campaña y colección de cuentos ilustrados que no te puedes perder.
¿Cuál es el mayor descubrimiento de tu vida? Seguramente tardarás un tiempo en responder a esta pregunta, pero científicos y científicas colombianas como Rodolfo Llinás, Tatiana Toro, Andrea Guzmán, Elena Stashenko, Carlos Rodríguez, Mauricio Álvarez, Carlos Jaramillo o Juan Diego Soler, podrán responderte esta pregunta con claridad, pasión y satisfacción.
Por ejemplo Rodolfo Llinás, el científico colombiano más destacado de las últimas décadas, durante más de 50 años se ha apasionado por estudiar el cerebro humano, llevándolo a investigar la sinapsis del calamar y de esta manera entender enfermedades como el Alzheimer, lo que lo llevó a crear la magnetoencefalografía, técnica de neuroimagen que se utiliza para medir campos magnéticos.
Tatiana Toro, matemática colombo-estadounidense, directora del Instituto de Investigaciones de Ciencias Matemáticas 2022-2027, uno de los centros de pensamiento más importantes del mundo, ha enfocado su trabajo a la interfaz de ecuaciones diferenciales parciales, análisis armónico y cálculo de variaciones. Es también profesora de la Universidad de Washington y precisamente la manera en cómo enseña esta ciencia hizo que en 2019 le otorgarán el premio Marsha L. Landolt de esta institución.
Así como Llinás y Tatiana Toro, los descubrimientos de la matemática y astrónoma, Andrea Guzmán, de la química e investigadora, Elena Stashenko, el biólogo Carlos Rodríguez, director de la Fundación Tropenbos Colombia, entre otros científicos y científicas colombianas, deben tener una historia por contar, relatos que seguro te harán cuestionarte, indagar y despertar tu curiosidad.
Y es que como señala Javier Santaolalla, doctor en física “un científico no es más que un adulto jugando a ser niño”. De hecho, todos los científicos mencionados anteriormente coinciden en que hoy son investigadores gracias a las experiencias que vivieron en su niñez.
Panorama de la educación científica en Colombia
La educación científica en Colombia está muy por debajo del promedio mundial. Así lo reafirma el periodista científico Pablo Correa, ex editor de ciencia, salud y ambiente del periódico El Espectador, “las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) que se realizan entre los países de la OCDE – Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos – con el fin de medir la capacidad en lectura, matemáticas y ciencias de los alumnos de 15 años. En Colombia estas pruebas empezaron a presentarse hace varios años y los resultados siempre han sido muy preocupantes. En matemáticas solo el 1% alcanza el nivel más alto, estas pruebas se dividen en 6 niveles y cerca del 35 % apenas llegan al nivel 2 de matemáticas”.
Además de las pruebas PISA, Pablo Correa agrega que “Colombia tradicionalmente ha sido un país que le ha dado la espalda a la ciencia, la mayoría de los jóvenes no deciden estudiar carreras científicas y el presupuesto destinado a esta rama es muy bajo”.
Ante este panorama, Pablo Correa junto a Mónica Diago, periodista ambiental certificada como educadora de disciplina positiva y crianza consciente en las familias y Pedro Caballero, profesor de literatura, filosofía y cine, decidieron crear Ciencia Magnética, una iniciativa colombiana enfocada en la divulgación y popularización de la ciencia a través de distintas estrategias pedagógicas y creativas.
“Respira Ciencia”, una campaña y colección de cuentos ilustrados que le apuesta a la divulgación científica
La periodista ambiental Mónica Diago, quien también es mamá de un niño de cinco años, le apuesta a este proyecto porque como ella anota “desde que mi hijo estaba muy chiquito, junto con mi esposo, empezamos a leerle, incluso nos hicieron un baby shower en la que gran parte de los regalos eran libros. Y es que, el hábito de la lectura siempre ha sido importante en mi casa, porque sabemos todos los beneficios que genera desde temprana edad, de hecho, es más fácil que una persona tome este hábito si desde niño o adolescente esto era algo natural en su hogar. Entonces, yo he comprado muchos libros para niños, me gusta leerlos y esta idea de tratar de popularizar la ciencia en los niños a través de cuentos ilustrados me parecía que iba a llenar un vacío muy grande que había en este tema porque los libros que nosotros tenemos en casa no son de ciencia colombiana, entonces cuando concebimos esta idea, eso fue lo que me pareció ganador porque no encontrábamos esa oferta de libros”.
Además de esto, Pablo Correa agrega que “otras de las razones que los motivaron a desarrollar este proyecto fue que Colombia es el país de la OCDE en el que en el tema de las matemáticas tiene la brecha de género más grande. De hecho, la directora del laboratorio de Economía de la Educación de la Pontificia Universidad Javeriana afirma que esto está relacionado con roles de género y con la divulgación porque resulta que a las niñas las encasillan y le dicen que esos temas no son para ellas, que les compete a los niños. Entonces, deciden no estudiar carreras científicas, por ejemplo, una de las científicas que está en la colección: Andrea Guzmán, astrónoma colombiana que vive en Suiza y trabaja en temas de divulgación de ciencia para niños, asegura que ella se motivó a estudiar ciencia cuando pudo ver referentes de astrónomas. Y uno de esos problemas de brecha de género es que la mayoría de las niñas no conoce a otras mujeres científicas, que tienen los mismos sueños que ellas y sí los pudieron materializar”.
Por eso mismo, Mónica Diago añade que “tenemos varias científicas en la colección, mujeres importantísimas en la ciencia mundial pero no son visibles ni mediáticas. Esto hace que las niñas no se vean reflejadas en este modelo a seguir. Por eso, al final de la colección, los lectores encuentran una biografía en un lenguaje que pueden entender los niños, ocasionando que estos modelos estén más presentes, lo que al final genera que las niñas se abran a la posibilidad de estudiar carreras científicas porque la ciencia es para todos y todas, cualquier niño y niña que quiera estudiar ciencia lo puede hacer y eso lo refuerza mucho los modelos y figuras visibles en su realidad e imaginario”.
Esto con lo que respecta a las niñas, pero como anota Correa “con los niños ocurre lo mismo, la mayoría tiene como referente futbolistas, políticos, administradores, abogados, muy pocos conocen científicos. Al tener esta falta de modelos y referentes, la divulgación científica juega un papel importante, porque justamente trata de presentarle modelos a la sociedad en general, que los científicos expliquen y cuenten de una forma más cercana por qué es importante lo que descubren, así se crea un círculo virtuoso, hablamos de ciencia con los más chiquitos y jóvenes, así se animan e inspiran a seguir ese mismo modelo”.
Respira Ciencia es una colección de literatura científica infantil ilustrada que cuenta con 8 libros a color. Cada uno de ellos narra la historia de un personaje que, a medida que se va enfrentando al mundo, descubre alguna idea científica que le ayuda a entender lo que ocurre a su alrededor o a resolver un problema.
Cuenta con la participación de destacados científicos y científicas colombianas: el neurocientífico Rodolfo Llinás, la matemática Tatiana Toro, la astrónoma Andrea Guzmán, Elena Stashenko, química e investigadora, el biólogo Carlos Rodríguez, director de la Fundación Tropenbos Colombia, el paleontólogo Carlos Jaramillo, el ornitólogo Mauricio Álvarez y el astrofísico Juan Diego Soler.
Y las ilustraciones a cargo de Gustavo Ortega, Angie Alape, Alejandra Vélez, Helena Melo, Carolina LaTorre, Cristina León, Manuela Correa, las cuales juegan un papel importante porque como anota Diago “en la primera infancia la validación de las imágenes es muy importante en los niños porque es de esta manera en la pueden entender algo por sí solos, por eso incluso existen libros para niños que solo traen imágenes sin texto. Además, para Ciencia Magnética era muy importante elaborar cuentos ilustrados porque hay ilustradores colombianos muy talentosos, de hecho, contamos con un catálogo de ilustradoras colombianas, solo hay un ilustrador, porque son mujeres muy talentosas y segundo para reflejar la biodiversidad del país”.
“Y es que cuando vas a una librería de niños, hay unos muy hermosos, pero son extranjeros. Entonces, los niños desde muy pequeños empiezan a identificar un oso polar, pero estos no son animales que tenemos en nuestro entorno, por eso es fundamental que los niños y las niñas colombianas aprendan a reconocer especies endémicas: a un jaguar, un oso andino o un mono Tití cabeciblanco, entre otros, para apropiarse de un conocimiento que tienen a la mano. Esto es algo muy valioso para la colección porque logramos plasmar en esas imágenes algo muy local y creo que eso es básico para la educación de los niños colombianos”, agrega Mónica Diago.
A través de Respira Ciencia Ciencia Magnética sueña que estos cuentos sean para los niños y niñas colombianos como “una entrada a un mundo maravilloso de conocimiento, una ventana de cómo los científicos ven el mundo, que es la capacidad de sorprenderse, sentir curiosidad, hacerse preguntas del mundo que nos rodea. Es una herramienta ideal porque presentan la ciencia jugando, se va mezclando con historias para llevar este mensaje de una manera más amable. Es una forma de detonar ideas y curiosidades porque en las manos en las que estos libros caigan descubrirán una manera distinta, más científica distinta de mirar el mundo”, anota Pablo Correa.
Y como concluye Mónica “como mamás uno siempre quiere que su hijo tenga hábitos saludables física y mentalmente y eso hay que proponérselo, como me lo decía una de las científicas, Elena Stashenko, ‘en una casa donde hay libros, en vez de estar echando todo el tiempo chismes, la mamá y el papá pueden conversar sobre algo que aprendieron’, claro que todos hemos echado chisme , pero el ejemplo es preponderante a la hora de establecer en los hijos hábitos sanos, esto requiere de una determinación, de llevar a los niños a lecturas en voz alta, por ejemplo los sábados en Bogotá la oferta de librerías tienen un espacio dedicado a esto pero mucha gente no lo sabe o le parece raro, desconociendo que esto trae beneficios porque un niño que se acerca al mundo de los libros tiene mil ventanas que explorar”.
¿Dónde conseguir Respira Ciencia?
A partir del jueves 31 de agosto, empieza una campaña en El Espectador con la cual se busca fortalecer la educación científica en Colombia, los suscriptores a este periódico podrán comprar esta colección y Compensar repartirá gratuitamente un número de colecciones a colegios, bibliotecas y demás asociados a su red educativa.
A lo largo del año, Ciencia Magnética también realizará algunos talleres en colegios y bibliotecas de Compensar, entre otros eventos, para que esta colección científica infantil se expanda y llegue a más niños y niñas colombianas, abriéndoles a los niños y niñas una puerta que nunca cerrará y que lo hará pensar que es posible lograr lo inimaginable, porque seguro que cuando les pregunten ¿cuál es el mayor descubrimiento de tu vida? Tendrán muchas respuestas que dar.
A través del apoyo de este tipo de iniciativas, Compensar ratifica su compromiso con la educación de la niñez colombiana.
