La sonrisa es un gesto universal, y sin importar el lugar del planeta en el que estemos, nos permite comunicarnos con otras personas y al mismo tiempo, hacerlas sentir mejor. Juan Manuel Correal, comunicador, conferencista y autor de libros de conexión personal, nos habla los beneficios de sonreír.
Juan Manuel Correal, master coach, en su conferencia: “El que ríe de último, rinde mejor”, realiza un ejercicio que demuestra que la risa es contagiosa y liberadora. Allí se ve que, quienes lo realizan, inician la actividad inhalando y al exhalar, dibujan una sonrisa en su rostro; después empiezan a escuchar su propia risa (ja, ja, ja) para luego terminar en una carcajada. El resultado: un grupo de personas riéndose al mismo tiempo, liberando emociones, tensiones y por supuesto, celebrando la vida.
Este ejercicio nos muestra que la risa es contagiosa, como explicó el doctor en neurociencias Eduardo Calixto para una entrevista a la Revista Moi “la risa es uno de los gestos que más rápido se contagian, una conducta extendida en todas las culturas, que hace cuando una persona te sonría, así no la conozcas ni entiendas su lenguaje, le devuelvas inmediatamente el mismo gesto”.
Asimismo, agrega que “los seres humanos aprendemos a reírnos a partir del tercer mes y desde ese momento la risa social siempre nos acompañará porque nunca la vamos a olvidar”.
¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuando reímos?
De acuerdo con Juan Manuel Correal “ cuando sonreímos nuestro cerebro libera serotonina, la hormona de la felicidad, lo que hace que le comuniquemos y enviemos a nuestro cuerpo una sensación de bienestar integral. Al hacerlo rompemos con la irritabilidad y comienza un proceso de armonía y restauración”.
También se activa la glándula pineal, la cual tiene como principal función regular los ritmos circadianos, “entonces cuando conscientemente sonríes le emites a tu corazón, a tu cerebro, a tu alma una señal de: ¡estoy aquí, vamos a conectarnos con la alegría” y esto a su vez genera hábitos de conexión personal que te generan bienestar como la meditación, la oración o hacer una actividad que te apasione”, señala Correal.
Este beneficio no solo se queda para nosotros mismos sino también para quien recibe una sonrisa, como afirma Juan Manuel “al hacer esto le estamos comunicando nuestro bienestar al otro, al mismo tiempo que le deseamos bienestar a esa persona. Es como abrir las puertas de las buenas relaciones, de la sanación y de la reconciliación.
De hecho, cuando sonríes para una entrevista de trabajo manifiestas seguridad; al hacerlo en una discusión de pareja, estás invitando al otro a la conciliación, a bajar la guardia y abrir tus manos y no seguir con los puños cerrados. Esto hace que alivies tu estrés y proyectes esto mismo a los demás”.
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¿Sonreír demasiado puede ser malo?
A veces los seres humanos tenemos creencias limitantes que no nos aportan, sino que inconscientemente terminan obstaculizando nuestros procesos. Por esta razón, sonreír demasiado nunca puede ser malo, al contrario, sonreír nos hace sentir muy bien, nos ayuda a disminuir tensiones, a volver a la tranquilidad y a la calma. En ese sentido, Juan Manuel Correal (@juanpapuchis) señala que cuando una persona explota en alegría y ríe a carcajadas “está manifestando dentro de su ser, eso que tenía represado. Y para ello, es importante remitirse a la película Intensamente en la que se muestra la reunión de cinco emociones que permanentemente nos están acompañando: alegría, tristeza, rabia, miedo y desagrado. Estas están en una interconexión permanente con nosotros y uno decide qué hacer con ellas. Cuando identificas algunas de ellas, lo traes a ti, lo resuelves y lo gestionas. Entonces, puedes reaccionar y hacer una implosión de emociones contenidas a través de la risa”.
Esto sucede cuando una persona se ríe a carcajadas, para algunas personas puede ser demasiado pero esa creencia limitante es de ellos, no tuya. “Por eso, lo que hay que hacer es liberarse de ese pensamiento y probar qué tan cierto es que algo malo va a pasar si te ríes demasiado. ¿Qué te ahogues de la risa y no mueras porque nadie se ha muerto de la risa? Cuando ríes te quedas con una sensación de liberación, dejando atrás tensiones y conectando con el bienestar”, concluye Juan Manuel Correal.
De acuerdo con el Dr. Eduardo Calixto, un niño se ríe de 90 a 120 veces al día, mientras que un adulto lo realiza de 40 a 50 veces. No permitas que con el pasar del tiempo se disminuya tu sonrisa, al contrario, recuerda que reír te conecta con tu bienestar integral.