Los niños, niñas y adolescentes merecen estar bien consigo mismos, motivados para alcanzar sus sueños o pedir ayuda cuando sientan que la necesitan. Y tú como papá, mamá o cuidador puedes ayudarles a tus hijos a desarrollar su autoestima. ¿Qué debes tener en cuenta? ¡infórmate a continuación!
¿Qué es la autoestima?
Según la Real Academia Española “la autoestima es la valoración generalmente positiva de sí mismo”. Es sentirse bien y ser consciente del valor propio. La importancia de cultivar la autoestima desde niños radicaen que como señala la psicóloga María Fernanda Sánchez Reyes @replantarte.psi “se aumenta la probabilidad que, desde un lugar sano, pueda enfrentarse a las dificultades de la vida, asumiendo diferentes retos, incluso si fracasan, aceptando y reconociendo sus errores. Como resultado, pueden tener un mejor desempeño en sus actividades escolares, del hogar e incluso en sus relaciones”.
¿La autoestima es igual a amor propio?
La psicóloga María Fernanda explica que, aunque “el amor propio y autoestima son conceptos relacionados, no son lo mismo. La autoestima es la percepción que tienes de ti mismo y la valoración que le das: buena, regular o mala. Se influencia por varios factores: conceptos propios sobre lo que es deseable y lo que no, aprendizajes a lo largo de la vida, expectativas que has recibido desde lo externo, entre otros”.
“En cambio, el amor propio como el mismo concepto lo señala, es amarte como eres; no es pretender pasar por encima de todos y escudarse en “así soy y me amo”. Es reconocer tus virtudes, defectos y errores, comprendiendo que esto no te hace menos digno de amor pero que también los puedes transformar para ser mejor”, añade María Fernanda.
Por lo que hablar de autoestima también es comprender que esta se construye diariamente a través de las relaciones que estableces con las demás personas, y por supuesto que los padres juegan un papel fundamental para ayudar a sus hijos a desarrollarla. En ese sentido, la psicóloga María Fernanda expresa la importancia de ser más consciente y evitar:
- Invalidación emocional
- Castigos mediante gritos y prohibiciones
- Comparaciones
- Refuerzos positivos y negativos, condicionando la conducta a premios o castigos, que ocasionan malestar, sobre todo, cuando estos no se consigan.
- Generar asociaciones no siempre sanas en los niños, ejemplo: si te portas bien juego contigo, es decir, si no me porto bien… ¿no voy a tener un espacio de juego con mis padres?
- Mensajes ambivalentes: quiero que te sientas bien contigo porque eres muy valioso, pero luego está la fuerte crítica sobre su apariencia o la elección de vestimenta.
Es muy importante ser consciente de esto puesto que un niño, niña o adolescente con baja autoestima tenderá a sentirse frustrado, menos seguro de sí mismo “si creen que otros no los aceptan, es probable que no se integre. Tal vez, permita que otras personas lo traten mal. Quizás le cueste mucho defenderse y probablemente se rindan con facilidad o ni siquiera lo intente. Los niños con baja autoestima tienen dificultad para aceptar cuando cometen un error, pierden o fracasan. Como resultado, tal vez no se desempeñen tan bien cómo podrían hacerlo”, explica María Fernanda.
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Entonces ¿cómo mejorar la autoestima?
De acuerdo con la psicóloga María Fernanda “los primeros años son muy importantes en el desarrollo cognitivo y emocional. Por ello, propiciar espacios con los niños es clave, podemos utilizar cuentos y canciones, permitirnos espacios de juego en los que podamos trabajar e identificar sus experiencias emocionales. En la adolescencia podemos abrir espacios de escucha activa y comunicación asertiva, acompañarlos en su proceso y búsqueda, evitando juicios de valor o querer imponer lo que tú deseas para ellos, es dar lugar a que hagan sus propias exploraciones y se vayan descubriendo. Por supuesto, siempre acompañando y orientando cuando sea necesario, pero combinando esto con el espacio que ellos mismos empiezan a pedir”.
A continuación, pon en práctica estas acciones que ayudarán a tus hijos a construir y mantener su autoestima:
Papá, ¡tu autoestima también importa!
Una baja autoestima de un padre puede influir en la de su hijo, como anota la psicóloga María Fernanda Sánchez “la autoestima parte de valoraciones y cuando somos niños somos como esponjas. Nuestro aprendizaje está ligado a lo que percibimos en el exterior, en ese sentido, si vemos que nuestra madre o padre se valoran de manera negativa, empezamos a percibir estas conductas como normales y adoptemos ciertos comportamientos que más adelante pueden ser nocivos para nosotros.
De igual forma agrega que “en situaciones donde los padres tienen una baja autoestima influye en la forma cómo se comunican con sus hijos. Por ejemplo, puede proyectar en ellos la mala relación que tienen con la imagen de su cuerpo, entonces ya no es el adulto sintiéndose inseguro de su aspecto físico, sino diciéndole a su hijo: así no debería verse, que el cuerpo que está desarrollando no es bonito o que se vista de determinada forma, cuando tal vez, y hasta ese momento, el niño ni siquiera se había preocupado por eso”.
De ahí la importancia de trabajar en ti porque, es a través del ejemplo que tu hijo aprenderá a valorarse a sí mismo y percibirse como una persona valiosa. Por eso, si identificas que se frustra muy rápido, le cuesta recibir un elogio, se preocupa demasiado por las opiniones de los demás, consulta con un profesional de la salud mental. ¡Así tu hijo y tú contarás con las herramientas que les ayudarán a construir una buena autoestima!