Un buen lavado de manos y una correcta manipulación de los alimentos son algunas de las claves para prevenir la transmisión de la hepatitis A y E. Conoce los cuidados que debes tener en cuenta para prevenir esta enfermedad que afecta el hígado.
La hepatitis es una enfermedad infectocontagiosa que afecta varias partes del organismo, principalmente el hígado. Esta enfermedad se ocasiona por cinco diferentes tipos de virus que se conocen como A, B, C, D y E.
Según Norman Norato Perico, médico especialista en medicina familiar, “en el mundo mueren 1,3 millones de personas por hepatitis. Y se considera que hay más de 350 millones de personas que en la actualidad tienen una infección por hepatitis B o C, las cuales pueden llevar a los pacientes a la muerte”. Por esta razón, la hepatitis es comparable con enfermedades como la malaria, el sida o la tuberculosis.
Por su parte, Oscar Beltrán, ex presidente de la Asociación Colombiana de Hepatología, las inflamaciones o alteraciones del hígado son causadas por “los virus, los tóxicos como el alcohol, algunos medicamentos, sustancias herbales o homeopáticas, infecciones bacterianas, problemas relacionados con el flujo sanguíneo, circunstancias congénitas, entre otros”.
Los tipos de hepatitis son:
Hepatitis A
La hepatitis más frecuente es la del virus A. En esta el principal mecanismo de contagio son las condiciones inadecuadas de higiene. Los principales síntomas son malestar general, disminución del apetito, náuseas, diarrea, dolores abdominales, fiebre y algunos pacientes presentan pigmentación amarilla en la piel o eces de color claro.
Para evitar este tipo de hepatitis el doctor Norato recomienda:
- Lavar las manos antes de cada comida y después de ir al baño.
- Preparar de forma segura y adecuada los alimentos, haciendo uso de agua potable.
- Lavar adecuadamente las frutas y hortalizas, usando vinagre y agua potable.
- Lavar muy bien las carnes y los huevos antes de consumirse. Además de asegurarse que tengan un proceso de cocción adecuado.
- Vacunarse contra la hepatitis A y B, ya que está comprobado que los niños que han sido vacunados antes del año de edad, tienen una inmunidad del 90 % a esta enfermedad.
- Llevar un estilo de vida saludable.
- Evitar el abuso del alcohol.
- Evitar el uso de medicamentos homeopáticos o proteicos.
Hepatitis B
Según el doctor Oscar Beltrán, “la hepatitis B se transmite por contacto sexual o por sangre contaminada. Además, se sabe que del 2 % al 5 % de pacientes que tienen contacto con este virus desarrollan hepatitis B crónica, la cual con los años genera cáncer de hígado”.
Hepatitis C
Es un tipo de hepatitis que se contagia a través de sangre contaminada. Según el doctor Beltrán “en Colombia, el 20 % de los casos de hepatitis C están relacionados con casos de transmisión sexual en hombres que tienen relaciones homosexuales. Esta hepatitis no tiene vacuna, no se puede prevenir y la única forma de tratarla es detectando tempranamente los factores de riesgo”.
Hepatitis D
Según el doctor Óscar Beltrán “en Colombia este es un virus que se presenta mucho en el Norte de Santander, la Orinoquia y el Amazonas. Asimismo, es un virus que suele dar a las personas que ya están infectadas de hepatitis B”. Por su parte, el doctor Norman Norato asegura que “la hepatitis D debe tener un tratamiento específico, ya que este depende del estado en el que se encuentre el paciente”.
Hepatitis E
Este virus se contagia por medio de la materia fecal o por la ingesta de carnes de cerdo contaminadas. “En Colombia, este tipo de hepatitis se ve sobre todo en Antioquia, ya que es allí donde se encuentran gran cantidad de marraneras” afirma el doctor Óscar Beltrán .
¿Cuáles son las vacunas que están disponibles para prevenir la hepatitis?
La prevención es lo más importante al momento de evitar contraer una enfermedad hepática. Por ello, las vacunas son el mejor aliado. Silvia Bello, gerente de vacunación de Compensar, explica que hay tres tipos de dosis contra la hepatitis:
Vacunación contra hepatitis B
El esquema regular contra la hepatitis B empieza con la vacunación a los bebés recién nacidos, es gratuita y hace parte del esquema básico de vacunas.
El esquema de protección para el niño se administra en el primer año de vida, con tres dosis contenidas en la vacuna pentavalente (Difteria, tos ferina, tétanos, haemophilus influenzae B y hepatitis B) al cumplir dos , cuatro y seis meses de edad.
Después de los 15 años se empiezan a pensar en esquemas de hepatitis B para aquellas personas asociadas a riesgos ocupacionales o a otro tipo de riesgos por exposición. Por ejemplo, un adulto que trabaja en el campo de la salud o que por sus prácticas laborales puede estar en riesgo de padecer hepatitis B. Esta vacuna tiene un esquema de tres a cinco dosis, dependiendo del riesgo al que estén expuestos.
Las modificaciones a los esquemas regulares las indica el médico y son especiales en personas que estén expuestas a VIH, que tienen alguna situación de inmunosupresión o requieren una nueva protección de hepatitis B.
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Vacunación contra hepatitis A
Para esta infección el esquema inicia con una dosis al año de edad y la vacunación de recuperación para niños y adolescentes de 2 a 18 años que no hayan recibido previamente la vacuna contra la hepatitis A (HepA) a ninguna edad (ACIP, CDC, Volumen 69)
Es importante esta protección para los adultos que por su trabajo pueden sufrir efectos negativos o pueden causar un efecto negativo en las personas que son atendidas por ellos, como es el caso de los trabajadores que laboran en la industria de alimentos quienes requieren estar vacunados contra Hepatitis A porque pueden transmitirla a quienes reciban alimentos contaminados por algún trabajador que padezca esta enfermedad, también en caso de vacunación antes de un viaje, para la profilaxis posterior a la exposición, en entornos que brindan servicios a adultos y durante brotes según recomendación impartida por los entes de control.
En general no deben reiniciarse los esquemas de vacunación si se prolongan los intervalos entre las dosis. En el caso de la vacunación contra la hepatitis B si los intervalos han sido muy prolongados se sugiere una evaluación de los anticuerpos Anti-HBs para definir un posible refuerzo temprano, principalmente en personal de salud o en personas de mayor riesgo.
Por otra parte, no hay que olvidar que también existe una vacuna combinada de hepatitis A y B, para aquellas personas que tienen el riesgo de sufrir los dos virus. Por ello, existe un esquema de vacunación donde se combinan las vacunas de hepatitis A y B para una mejor protección y menos aplicaciones.
Recuerda que estas vacunas son seguras, sus efectos son mínimos y eventualmente se presenta alguna inflamación o enrojecimiento en el lugar de aplicación, pero sin efectos graves asociados. Así mismo, no olvides que en este momento Compensar Salud cuenta con el servicio de vacunación a domicilio dirigido a población priorizada, puedes solicitarlo diligenciando este formulario o puedes hacer uso de la opción Turno Virtual Día para programar tu vacunación en la sede más cercana a tu casa, agenda en la siguiente dirección https://modulosdigiturno.compensar.com:8825/?_ga=2.51258668.442232273.1595105988-1915211995.1521821958. Ten en cuenta los protocolos de bioseguridad en nuestras sedes: lavado de manos, desinfección con alcohol o gel, uso permanente de tapabocas, distanciamiento físico, toma de temperatura, entre otras medidas de prevención.