Si has creado un producto o un servicio y quieres comprobar si tus posibles consumidores lo comprarían o no, es momento de realizar un producto mínimo viable. Conoce cómo hacerlo a continuación.
¿Qué es un producto mínimo viable (PMV)?
De acuerdo con Marlene Díaz, directora del Centro de Emprendimiento Emprende+ de la Universidad Externado de Colombia, “un producto mínimo viable representa un producto o servicio funcional en formato de desarrollo, permitiendo descubrir el potencial que tiene este para el mercado. De esta manera, se generan las primeras ventas que aseguran que hay un cliente afuera que le interesa el concepto del producto y está interesado en comprarlo. Es donde también se hace evidente la innovación al vender algo que soluciona un problema de mercado”.
Beneficios de realizar un producto mínimo viable para los emprendedores
“Antes de lanzar el producto, los emprendedores pueden contar con esa primera aproximación del producto final, logrando conocer cómo perciben las personas, los usuarios o los segmentos de mercado el diseño del producto o servicio. Es también la oportunidad para identificar la experiencia del usuario, detectando de manera temprana las opciones de mejora teniendo en cuenta que puede ser validado con el segmento de clientes que se identificó previamente y realmente son ellos, quienes realizan la respectiva retroalimentación de su experiencia”, explica, Ivonne Andrea Jiménez, fundadora APIZE Consulting, Agencia de emprendimiento e innovación y capacitadora en innovación y modelo de negocio en la Agencia de Empleo y Fomento Empresarial de Compensar.
A esto, Marlene Díaz agrega que “tú vas a encontrar convocatorias
(capital semilla, ángeles, inversionistas, Innpulsa, entre otras) en la que uno de los requisitos es contar con un producto mínimo viable. Si el emprendedor no cuenta con este, transmite a quién está ofreciendo los recursos que no ha sido validado y las ideas en papel no las compran. Por eso el producto mínimo viable le permite al emprendedor asegurarse de que el cliente existe y como hoy en día lo que realmente uno vende son conceptos, el PMV permite afinar el mismo”.
¿Cómo realizar el PMV?
También te puede interesar: ¿Cómo emprender con propósito? – Revista Compensar
Errores que hay que evitar cuando realizas un producto mínimo viable
De acuerdo con Ivonne Andrea Jiménez, quien cuenta con más de 15 años de experiencia en generación de estrategias de innovación y fortalecimiento de modelos de negocio para proyectos de emprendimiento y empresarismo, esto es lo que debes evitar:
- Desconocimiento del proceso. A veces queremos saber con rapidez si la solución que entregamos frente a una necesidad corresponde a lo que solicita la población objetivo, es necesario dejar fluir la validación del producto mínimo viable, porque es una etapa en la cual estamos comprobando hipótesis, y puede tardar un tiempo considerable. Es fundamental corroborar con el mercado lo que has identificado mediante una investigación que anexe información y resultados. En ese sentido, debes evitar cometer el error de esperar solo respuestas positivas, sin contemplar que el producto mínimo viable podría no serlo si el usuario afirma que nada de lo le presentaron funciona. Un PMV tiende a evolucionar y mejorar con las experiencias y con la validación
- Tardar tiempos prolongados en la planeación y construcción del producto mínimo viable. Cuando te demoras mucho en la planeación, el mercado cambia. Lo recomendable es implementar metodologías ágiles para que puedas realizar la conceptualización, planeación y construcción de un producto mínimo viable con su correspondiente validación.
- Pensar que se debe tener niveles de sofisticación muy altos. No necesariamente todo PMV funciona si su nivel de sofisticación es muy elevado, lo más importante es tener el objetivo claro y una propuesta de valor contundente. El nivel de sofisticación se relaciona con los recursos que estén disponibles para su construcción y los alcances esperados, pero con un PMV sencillo se puede realizar la correspondiente validación.
- No tener presente las capacidades del equipo. A veces las personas recurren a efectuar este proceso solas, pero generalmente se requiere más de una persona que apoye en la observación, interacción y demás actividades de validación. Y una vez se tenga claridad de quienes serían las personas de apoyo, definir los roles respectivos.
- No tener un diferenciador claro, sin este no innovas
- Relacionar la palabra viable con rentabilidad. Cuando vas a validar un producto mínimo viable debes tener en cuenta que no solamente es un tema de costo beneficio, va mucho más allá porque estás contemplando cómo interactúa el usuario con ese producto mínimo viable, que luego se va a convertir en un producto final.
- No centrarse en la experiencia del usuario. A veces no necesitas entrevistar, también es viable la práctica de la observación del comportamiento de tu público objetivo y así emitir las conclusiones que pueden retroalimentar el proceso. Si no se logra un seguimiento del paso a paso del usuario con respecto al producto o servicio, no se identifica el momento en que el usuario puede perder interés y hasta rechazarlo.
Por último, Marlene Díaz concluye que “realizar un producto mínimo viable no es costoso, este se debe financiar solo, con el crecimiento y apoyo de instituciones porque precisamente estás probando el producto o servicio en el mercado. Lo que más inviertes es tiempo, pero tampoco te debes dedicar a esto exclusivamente. Se financia con el conocimiento y lo que te provee el sistema porque no vale la pena destinar recursos financieros a un producto que no sabes si lo vas a vender. Por eso, el PMV es tan importante porque te quita el riesgo a la frustración, equivocarse es válido y es mejor que te digan desde el inicio que ese producto o servicio no funciona o que si es viable”.
El camino del emprendedor no es fácil, por eso se deben utilizar este tipo de herramientas, las cuales puedes tener a tu alcance inscribiéndote a la ruta de emprendimiento de la Agencia de Empleo y Fomento Empresarial Compensar.