La infertilidad es un problema de salud que afecta a millones de personas y existen varios factores que pueden desencadenarla, entre ellos, la adopción de malos hábitos. Conoce los estilos de vida que afectan la fertilidad.
Para muchas personas la fertilidad es un camino lleno de altibajos y es que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “186 millones de personas tienen infertilidad en todo el mundo”. En Colombia, y de acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía en Salud (ENDS) 2015, el 12,1% de las mujeres de 15 a 49 años que desean uno o más hijas o hijos han tenido problemas de fertilidad”.
¿Qué es ser fértil?
La fertilidad se asocia con la capacidad de procrear, para que esto se dé influyen varios factores, como señala María Esperanza Delgado, ginecóloga de Eugin, clínica de reproducción asistida, “para que el embarazo ocurra se requiere una coordinación precisa entre una serie de eventos fisiológicos tanto en la mujer como en el hombre, de tal manera que se produzca la ovulación de un ovocito competente, el cual debe ser fecundado por un espermatozoide con características adecuadas para continuar su proceso de división y desarrollo inicialmente en la trompa de Falopio y posteriormente en el útero. Cualquier alteración en alguno de estos pasos puede ser causa de infertilidad”.
Factores de la infertilidad
María Esperanza Delgado, ginecóloga de Eugin, explica que dentro de los factores causales de infertilidad más importantes se encuentran:
- Anomalías en la producción de óvulos por falta de ovulación, disminución de la reserva ovárica o pobre calidad del óvulo, alteraciones en la ovulación asociadas a enfermedades endocrinológicas como síndrome de ovario poliquístico, alteraciones de la función tiroidea, obesidad, anorexia, hiperprolactinemia, entre otros. De igual forma, conforme aumenta la edad siendo más marcada luego de los 37 años se disminuye la reserva ovárica y mala calidad de óvulos, aunque en mujeres jóvenes pueden encontrarse casos de fallo ovárico prematuro.
- Anomalías en el transporte del óvulo, espermatozoides o del embrión en el tracto reproductivo. En este grupo se encuentran los factores que afectan la permeabilidad de las trompas, que generan alteraciones en la cavidad o en el cuello del útero o factores que generan adherencias peritoneales como secuelas de infecciones pélvicas, endometriosis, cirugías previas, cicatrices o lesiones uterinas, entre otras.
- Anomalías en el proceso de implantación, incluyendo defectos tempranos en el desarrollo del embrión y defectos en la interacción del embrión y el endometrio.
- Alteraciones en la producción o funcionamiento normal de los espermatozoides como pueden ser secuelas de no descenso oportuno de testículos en la infancia, defectos genéticos, infecciones de transmisión sexual, paperas complicadas con inflamación testicular, Diabetes, dilatación de venas testiculares (Varicocele), exposiciones tóxicas, radiación, cáncer, algunos medicamentos, entre otros. También puede haber ausencia en la salida de los espermatozoides asociados a problemas sexuales como la eyaculación precoz, enfermedades genéticas como la fibrosis quística u obstrucción en el sistema de transporte espermático.
- Otras condiciones de salud de la mujer o del hombre incluyendo factores del sistema inmune, enfermedades sistémicas o exposiciones tóxicas ambientales u ocupacionales que pueden afectar algún componente del proceso.
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Si junto a tu pareja estás buscando tener un hijo recuerda asistir a una consulta preconcepcional, además si deseas saber si eres fértil o no, la ginecóloga María Esperanza Delgado aconseja a “las personas interesadas en conocer su estado de fertilidad asistir a una consulta especializada. En la mujer se valorará la función ovulatoria normal, reserva ovárica y normalidad anatómica de tracto reproductivo incluyendo permeabilidad de las trompas de Falopio. En el hombre puede realizarse un espermograma básico y si en éste se encuentran alteraciones se realizarán estudios complementarios para identificar la causa”.
Además, la especialista señala que “aquellas personas interesadas en aplazar la maternidad o paternidad pueden realizar preservación electiva de la fertilidad mediante la vitrificación de óvulos o congelación espermática”.
No olvides que la adopción de hábitos tóxicos afecta tu fertilidad, así que recuerda vivir saludablemente, puesto que los buenos hábitos previenen enfermedades y mejoran tu calidad de vida.