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La economía del desamor: ¿cuánto cuesta separarse en Colombia?


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    Cuando una pareja se casa, lo hace pensando en que va a durar toda la vida. Lastimosamente, no todos los matrimonios tienen un final feliz. De hecho, en 2017 se registraron 10.841 separaciones, según cifras proporcionadas por la Superintendencia de Notariado y Registro.

    En Colombia, a partir de la Constitución Política de 1991 está permitido la cesación de toda clase de matrimonios. Esto quiere decir que, gracias a la expedición de la Ley 25 de 1992, una pareja casada por la Iglesia puede divorciarse.

    Una separación es una situación difícil de afrontar y conlleva implicaciones legales. En el país existen dos formas de terminar el vínculo matrimonial, ante notaria o por juzgado.

    Según la abogada Deisy Jiménez Galvis, especialista en derecho constitucional y administrativo, “para realizar el divorcio del matrimonio civil o cesación de los efectos civiles del matrimonio religioso ante el notario, es necesario que la pareja, de mutuo acuerdo, decida ponerle fin a su relación conyugal, por lo que deben contratar los servicios profesionales de un abogado, quien será el encargado de surtir el trámite notarial”.

    Los documentos que debe presentar el abogado ante la notaria son registro civil de nacimiento de cada uno de los conyugues, escrito en el cual se manifieste su deseo de divorciarse y un acuerdo respecto a las obligaciones legales.

    En el caso de tener hijos, se procede a generar además un acuerdo entre los padres, “este debe establecer cómo se van a cumplir las obligaciones legales con sus hijos menores, el cual será revisado por el ICBF y una vez obtenido el visto bueno, se procede al divorcio”, señala la abogada Deisy Jiménez.

    ¿Qué pasa si una de los implicados no se quiere divorciar?

    Cuando se presentan un divorcio sin común acuerdo, la persona que quiera terminar su vinculación matrimonial, conocido en términos legales como el “cónyuge inocente”, debe invocar una de las causales de divorcio consagradas en el artículo 154 del Código Civil.

    Las casuales de divorcio establecidas son:

    ● Relaciones sexuales extramatrimoniales de uno de los cónyuges, salvo que el demandante las haya consentido, facilitado o perdonado.

    ● Grave e injustificado incumplimiento por parte de alguno de los cónyuges de los deberes que la ley les impone como pareja y padres.

    ● Ultrajes, trato cruel y los maltratamientos de obra.

    Embriaguez habitual de uno de los cónyuges.

    ● Uso habitual de sustancias alucinógenas o estupefacientes, salvo prescripción médica.

    ● Enfermedad o anormalidad grave e incurable, física o psíquica, de uno de los cónyuges, que ponga en peligro la salud mental o física del otro e imposibilite la comunidad matrimonial.

    ● Conducta de uno de los cónyuges tendientes a corromper o pervertir al otro, a un descendiente o a personas que estén a su cuidado y convivan bajo el mismo techo.

    ● Separación de cuerpos, judicial o, de hecho, que haya perdurado por más de dos años.

     ¿Cuánto cuesta separarse en Colombia?

    Depende de la separación que elijas, si es ante un notario esta será más rápida y de un menor costo, mientras que la judicial conlleva más tiempo y gastos. La abogada Deisy Jiménez Galvis señala que, “si se realiza por medio de notaria se deben cancelar unos derechos o gastos notariales que van desde los $ 350.000”.

    Por el contrario, si se realiza a través de un juzgado “es probable que se incrementen los costos y tarifas, que de igual forma serán pactados de acuerdo con lo establecido en las tablas que ha regulado la Corporación Colegio Nacional de Abogados (Colnabos) pero que pueden ir desde los 5 salarios mínimos legales vigentes o más, según la complejidad del litigio”, concluye Jiménez.

    Para determinar los honorarios del profesional en derecho, se tiene en cuenta las tarifas pactadas por Colnabos que pueden ir desde los 3 salarios mínimos vigentes cuando se liquida en ceros o valor que aumenta según el monto de liquidación de bienes.

     Si en este momento estás pensando en divorciarte, piénsalo muy bien. Una separación conlleva cambios emocionales, ansiedad ante la incertidumbre que se avecina, culpa y desasosiego.

    Por ello, no tomes decisiones apresuradas. Antes de terminar un matrimonio, asiste a un taller de parejas, para que te brinden las herramientas necesarias, así comprenderás a tu pareja y mejoraran su comunicación.

     

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