Escasez de agua, contaminación, pérdida de biodiversidad y degradación de ecosistemas, entre los desafíos ambientales que enfrenta el país en 2025.
En medio de una aguda situación ambiental que se ha conocido como la triple crisis planetaria (cambio climático, extinción masiva y contaminación) el mundo celebra por 16 años consecutivos el Día Internacional de la Tierra, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas -ONU– para despertar una conciencia común de preocupación sobre los problemas que amenazan el bienestar del planeta.
Desde hace varios años, el secretario general de la ONU, António Guterres, viene siendo categórico en su diagnóstico al respecto, expresando por ejemplo en el informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y titulado Hacer las paces con la naturaleza: Plan científico para hacer frente a las emergencias del clima, la biodiversidad y la contaminación (2021), que “la humanidad le ha declarado la guerra a la naturaleza, algo tan insensato como suicida”.
Esta declaración pone en evidencia un panorama sin marcha atrás en la medida que no exista un verdadero compromiso llevado a la acción por parte de gobiernos, empresas y sociedad en general, quienes tienen una responsabilidad individual que debe incluir, entre otras cosas, un estilo de vida en favor del medioambiente. Y es que, sin duda, solo mediante la suma de esfuerzos entre las instituciones, las sociedades y los individuos será posible lograr impactos notorios que se traduzcan en la mitigación del cambio climático, la pérdida de las especies y la contaminación.
Pequeñas acciones por el bienestar del planeta
En medio de este escenario, y conscientes de que cada pequeño esfuerzo suma, Compensar viene fortaleciendo sus acciones en favor del cuidado ambiental, destacándose, entre otras, la reutilización de los residuos generados, el desarrollo de infraestructura sostenible, el aprovechamiento de aguas lluvias y la instalación de sistemas naturales de ventilación, sumado a las campañas pedagógicas adelantadas en sus sedes, proyectos de vivienda, centros turísticos y jardines sociales.
Justamente, como parte de la gestión desarrollada el año pasado, un año particularmente desafiante en materia ambiental a nivel global, Compensar invirtió $855 millones en el desarrollo de programas ambientales, en sus componentes legal y de sostenibilidad, además, fortaleció su estrategia de sostenibilidad ambiental compuesta por 9 ejes: Construcciones Sostenibles; Gestión de agua y energía; Gestión de residuos y economía circular; Emisiones; Disminución del uso de papel; Gestión de proveedores; Flora y fauna; Movilidad Sostenible y Cultura ambiental.
Para empezar, más allá de lo que significa construir un edificio, en Compensar existe un sólido principio de buena arquitectura como fundamento de todas sus edificaciones. Una muestra de ello es el Centro de Bienestar Integral Cra. 60, que en el 2024 recibió la certificación EDGE, la cual acredita que en su desarrollo se utilizaron materiales de bajo impacto ambiental y que contempla sistemas de manejo eficiente de agua y energía. Asimismo, obtuvo la precertificación para el nuevo campus de su Fundación Universitaria y para 5 proyectos de vivienda.
En materia de gestión energética, el 100% de la energía de 12 de sus sedes provino de fuentes limpias. Asimismo, ahorró 40.600 Kwh mediante automatización de sistemas de iluminación e instaló mantas térmicas (con las que se reduce la pérdida de calor derivada de la evaporación del agua) en la piscina de su sede Suba, ahorrando 47.08 m3 de gas y dejando de emitir 4.8 toneladas de CO2. De igual manera, en las sedes Av. 68 y Centro de Entretenimiento Familiar en Bogotá, a través de fuentes alternativas de energía (eólica y solar), logró ahorrar 251.412 Kwh y evitar 43.4 toneladas de CO2.
En relación con el aprovechamiento del agua, avanzó en el proceso de reutilización de la misma, logrando que el 5% del agua usada en sus servicios proviniera de aguas reutilizadas o recicladas, destacándose particularmente la incorporación de un sistema de recuperación de aguas lluvias y retrolavado de piscinas en sus sedes Centro Urbano de Recreación, Centro Mayor, Calle 220, Av. Primero de Mayo y Centro de Entretenimiento Familiar, aprovechando 1.268.5 m3 de agua en el riego de zonas verdes.
Por otro lado, recuperó el 62% del total de residuos generados mediante reciclaje, técnicas de recuperación y compostaje, lo que equivale a 1.174 toneladas de residuos. De la mano de la Corporación Mundial de la Mujer, aprovechó 300 kg de dotaciones en desuso para la fabricación de 670 productos sostenibles, como tulas, morrales, bolsas y cartucheras, lo que además implicó la capacitación de 20 emprendedores en el proceso de fabricación.
En la misma línea, reemplazó las bandejas plásticas empleadas en la operación del Programa de Alimentación Escolar por portacomidas reutilizables, logrando recuperar 15.31 kg de residuos reciclables. Sumado a ello, recuperó otras 37.5 toneladas de residuos generados en 40 colegios del Distrito.
“Por medio del proyecto Manejo de Residuos Orgánicos y Huertas Urbanas compostamos 8.91 toneladas de residuos orgánicos en nuestras sedes Cajicá, Calle 220 y Lagosol, además, sembramos 650 hortalizas y vegetales en la sede Calle 220, incentivando el consumo de alimentos orgánicos en la operación del restaurante”, agregó Henry Salinas.
Una puesta integral en pro del ambiente
El año pasado, la entidad también logró la disminución del 11% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero y dejó de usar 596.023 hojas, equivalentes a la disminución del 3% en el uso de papel, mediante estrategias de optimización y aprovechamiento.
De otro lado, llevó a cabo por tercer año consecutivo el evento “Empresas Sostenibles Compensar”, un encuentro para reconocer a los aliados y proveedores que, desde los frentes de caja y salud, implementan en la prestación de sus servicios acciones sostenibles y de protección de los recursos naturales. También, avanzó en la definición de una ruta para la prevención del tráfico ilícito de fauna y flora, además, en la identificación de las especies arbóreas sembradas en sus sedes a través de placas con nombre común, nombre científico y origen, registrando un total de 9.452 arbóreos.
Desde el eje de movilidad sostenible de su estrategia, cerró el año con 500 usuarios registrados en el sistema de bicicletas compartidas Biciclick, quienes recorrieron 18.600 km en bicicleta, el equivalente al trayecto de ida y regreso entre Colombia y Noruega, evitando así la emisión de 2.42 toneladas de CO2. Asimismo, mediante la operación de sus 2 buses 100% eléctricos destinados a la ruta circular entre sedes dejó de consumir 5.345 galones de ACPM, evitando la emisión de 55 toneladas de CO2 en el año.
En materia de cultura ambiental, capacitó a 1.526 colaboradores en la creación de huertas caseras y, a través de la plataforma de su Universidad Corporativa, formó en otros temas a 2.552 más.
Si bien todavía queda mucho camino por recorrer, el tiempo apremia y en medio de un desalentador panorama global es momento de reconsiderar acciones. Para Henry Salinas, Coordinador de Gestión Ambiental de Compensar, “la única solución sostenible en el tiempo es la adopción de un cambio en el estilo de vida: reutilizando, reparando, consumiendo de otra forma” agregando que “los seres humanos somos un resultado social y no podemos actuar solos si queremos lograr cambios significativos para las futuras generaciones, que se traduzcan en el bienestar de todos”.