Llegó el nuevo año y con él, grandes retos para las compañías de los diferentes sectores y tamaños. Aunque los expertos auguran un panorama positivo, para alcanzar los objetivos es fundamental que el sector empresarial continúe poniendo en el centro de su quehacer diario al ser humano y fortalezca su impacto en materia social, y en este propósito, un aliado clave son las cajas de compensación familiar, quienes se han posicionado como el brazo social de los empresarios y como sus socios estratégicos en la tarea de brindarles a los trabajadores acceso a soluciones de bienestar integral del más alto nivel.
El 2020 marca el inicio de una década en la que se volverá a hablar más de las personas que de la tecnología, ya que esta estará inmersa en todo. Así mismo, las compañías están llamadas a traspasar su función de la mera producción de bienes y servicios o la generación de empleo a gestionar su capital humano con políticas que contribuyan a desarrollar colaboradores felices y activos en sus comunidades, lo que a su vez redunda en la productividad empresarial y en el progreso del país. De igual manera, otro de los retos que tienen las compañías es extender los beneficios de sus planes de bienestar a los integrantes del núcleo familiar del trabajador, generando un impactando positivo en la sociedad en general.
Particularmente, Compensar, una de las cajas de compensación más jóvenes del país, lleva 41 años comprometida con ese propósito, y es así como cerró el 2019 con cerca de 96.000 empresas afiliadas, 85% de ellas pequeñas y medianas, y cerca de 2.800.000 trabajadores y beneficiarios afiliados, además de 1.600.000 afiliados en Salud e impacta cada año a cerca de 4.500.000 personas, entre población afiliada y no afiliada, a través de su plataforma integral de servicios, que contempla salud, vivienda, turismo, recreación, deporte, cultura, subsidios, educación, crédito social, entre otros programas y servicios.
En resumen, en la lista de retos y propósitos empresariales de este nuevo año es fundamental incluir la gestión el bienestar integral del capital humano de las compañías, considerado una de las ventajas competitivas que suscita mayores capacidades, en la medida que cuando se logran articular los objetivos colectivos con los individuales es posible asegurar una proyección organizacional a largo plazo.