¿Qué creencias han escuchado que se tienen con respecto al adulto mayor? Seguramente que las personas mayores no deberían seguir trabajando, que tienen dependencia funcional, que pierden su memoria a medida que envejecen. ¡Ten cuidado con estas creencias! No limites la vitalidad y sabiduría que trae consigo la vejez.
La mayoría de los estereotipos de la vejez están asociados hacia lo despectivo, ideas erróneas que, sin darnos cuenta, están presentes desde la niñez y se refuerzan a medida que crecemos, incluso, alcanzada esta etapa de la vida, muchas personas mayores pueden autopercibirse de manera negativa, cuando envejecer también es sinónimo de crecimiento y desarrollo.
Y es que como confirma la gerontóloga Liliana Patricia Buitrago, profesional Adulto mayor II “la vejez es la etapa de la vida que más mitos y estereotipos tiene asociados -un estereotipo es un pensamiento que las personas generalmente tienen sobre algo-, pero en la vejez aquellos pensamientos suelen ser falsos y asociados a aspectos negativos, una forma de pensar socialmente aprendida que suele no ser juzgada, ni cuestionada por lo que afectan la imagen que se tiene de las personas mayores”.
“Es posible que esto influya en generar rechazo hacia el envejecimiento. Además, muchos estudios muestran que esto afecta la salud física y emocional de las personas mayores. Por ello, es importante que reflexionemos en los imaginarios o estereotipos que tengamos acerca de este momento vital, será esta la manera en que mediremos nuestra propia vejez.
¿Cuáles son los estereotipos negativos en la vejez?
Muchas de estas creencias siguen siendo normalizadas, por esta razón, Liliana Patricia Buitrago, especialista en Gerontología Social explica cuáles son esos estereotipos negativos sobre la vejez, que como sociedad debemos derribar. ¡Lee con atención, seguramente muchos de estos los comenzarás a cuestionar a partir de ahora!
● Enfermedad o deterioro físico
Parece que al llegar a cierta edad las personas mayores están condicionadas a la enfermedad, las dolencias y este es el principio de la dependencia. Si bien es cierto que existen enfermedades asociadas a la edad, no necesariamente la vejez supone enfermedad. El estado de salud de la persona está marcado por sus hábitos, estilos de vida, condiciones sociales, emocionales y genéticas.
● Deterioro intelectual y sensorial
Existe un pensamiento común que afirma que “las personas mayores con el tiempo pierden capacidades mentales y sensoriales”, pero no es cierto que todas las personas, a partir de una cierta edad tengan esos déficits. Las personas mayores tienen capacidad de aprender a lo largo de toda su vida.
● Mal carácter
Se suele decir que las personas mayores son cascarrabias, que tienen mal carácter. Pero, no es cierto que esta sea una característica asociada a la edad, hay personas que son así a lo largo de toda su vida y con el paso de los años esos rasgos se mantienen y se refuerzan.
● Movimientos y reacciones más lentas
Con el paso de los años disminuyen algunas capacidades físicas, pero esto no significa que no puedan mantener una vida autónoma. La excepción es cuando aparece una enfermedad que incapacita, pues no todas invalidan a la persona.
● Todas las personas envejecen igual
El envejecimiento es un proceso individual que depende del estilo de vida de cada persona y se ve influenciado por el medio económico y social en que se desarrolla cada una.
● Aislamiento social
Si acaso se da en la vejez, no es por encontrarse en esa etapa o tener una determinada edad, sino por otras causas que dependen de sus historias de vida, de las situaciones y condiciones específicas de cada momento y cómo se manejan en ellas.
● Pérdida de la sexualidad
La sexualidad es una condición que permanece toda la vida. Es cierto que puede disminuir su actividad, pero se siguen experimentando deseos y ejercitando su función genital.
● Depresión
La vejez es una etapa con cierta vulnerabilidad a la depresión por las condiciones de vida que podrían darse: dependencia, enfermedad o pérdidas. No obstante, existen personas mayores que reflejan un alto grado de bienestar y felicidad.
● Improductividad
Esta manera de pensar acerca de las personas mayores incentiva el aislamiento laboral y social, afectando directamente a su calidad de vida. Es frecuente encontrar personas mayores que ejercen un rol laboral o que se encuentran activas en el mercado laboral a través de asesorías, emprendimientos, entre otros roles.
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El proceso de envejecimiento es gradual y adaptativo, no obstante, no hay que generalizar que todas las personas envejecen igual, pues como anota el Instituto Nacional de Geriatría de México “esto no está condicionado únicamente por características biológicas, pues también existen patrones sociales, culturales y ambientales”.
En ese sentido Liliana agrega que, aunque “el envejecimiento y la vejez son universales, pues todos envejecemos. Este proceso se da de manera particular en cada individuo porque la forma en cómo se perciba esta transición depende de las herramientas con las que contemos, de las experiencias y aprendizajes adquiridos a través de nuestro ciclo vital, cada etapa nos enriquece y todo aquello que percibimos en esa transición nos permitirá afrontar el futuro, así como, los cambios y ajustes percibidos en diversos componentes de nuestra vida (social, funcional, emocional, espiritual, cognitivo, entre otros) van a depender de las vivencias de esta etapa, permitiendo seguir creciendo como personas”.
¿Cómo se puede tener un envejecimiento saludable?
Para Liliana“ la manera cómo se enfrenta la vida es un factor determinante al momento de tener un envejecimiento saludable, activo y positivo; por lo que algunos factores son necesarios en ese proceso de transición para favorecer la adaptación a ese nuevo momento vital como lo son: la sabiduría, la capacidad de aprender nuevas cosas, las relaciones sociales, la capacidad funcional, contar con un proyecto de vida y sentirse productivo, entre otras. En ese orden de ideas, la clave para una vejez tranquila es contar con el apoyo suficiente y la motivación necesaria para desarrollar el hábito de no pensar negativamente, es importante recordar que se debe aprender a envejecer para llegar a esta sintiéndonos saludables, felices y satisfechos con nuestras decisiones de vida”.
¡A derribar estereotipos negativos sobre la vejez para percibir a las personas mayores de otra manera!
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%. De hecho, esta misma entidad señala que en 2020 el número de personas de 60 años o más superó a los niños de cinco años”.
Ante esto, la geriatra Liliana señala que “el proceso de transición demográfica presenta dos fenómenos: el aumento de la cantidad de personas mayores y la necesidad de afrontar sus requerimientos, que son diferentes al resto de los grupos poblacionales. En ese sentido, el concepto de longevidad, el cual era entendido como el tiempo de vida de una determinada especie, se está redefiniendo. Hoy comienza a percibirse como una experiencia colectiva que en promedio la mayoría de nosotros experimentaremos, obligándonos a repensar el paradigma de la nueva longevidad y a replantearnos que el momento vital de la vejez no es sólo vivir más, sino vivir integrados, sintiéndonos felices y siendo protagonistas de nuestra vida y para ello debemos pensar, diseñar e implementar algunos cambios que conduzcan a una cultura y educación del cuidado y autocuidado”.
Por lo que “esta segunda mitad de la vida no debe significar un final, sino un nuevo comienzo en el que se retome todo aquello que fuimos dejando a lo largo de nuestra vida y que podemos retomar, haciendo lo que nos apasiona planteando nuevas metas para construir nuestro proyecto de vida”, concluye Liliana.
