El estrés académico es un enemigo silencioso de los estudiantes, de hecho y de acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección social, este tipo de estrés es la tercera causa de intento de suicidio en Colombia. ¿Cómo reconocerlo y prevenirlo? Lee el siguiente artículo y entérate.
¿Qué es el estrés académico?
De acuerdo con el psicólogo Andrés Felipe Muñoz del Centro Psicológico Waleker “el estrés académico es una consecuencia de la acumulación de demandas estresantes para el estudiante, las cuales conllevan manifestaciones emocionales, cognitivas, psicológicas y fisiológicas asociadas a alteraciones en sus reacciones, que pueden oscilar entre la disminución del rendimiento, las calificaciones y el abandono o deserción del espacio académico. Por otro lado, influye en la percepción de las habilidades y capacidades propias del estudiante para afrontar los retos académicos, sociales y de desarrollo de la identidad, inherentes al contexto académico”.
Por esta razón para Sandra Catalina Peña, psicóloga y consejera estudiantil de la Fundación Universitaria Compensar, hay que tener en cuenta que el estrés académico se puede presentar en diferentes momentos, por ejemplo “en las primeras semanas del semestre, cuando los estudiantes viven momentos de adaptación o al llegar la temporada de exámenes o exposiciones, generando que el estudiante sienta una exigencia o preocupación que sobrepasa sus habilidades o destrezas. Por eso, la relación de estrés versus rendimiento es como una U invertida porque, aunque el estrés puede maximizar el rendimiento, si este se supera nos volvemos ineficaces”.
Recuerda que realizar actividad física, dedicar momentos de esparcimiento, así como, tener espacios para estudiar y hacer tus tareas es fundamental para evitar el estrés académico.
¿Cómo afecta la salud?
“Los estudiantes pueden presentar respiración agitada, problemas digestivos, dolor de cabeza, tensión muscular, tener pensamientos negativos como “no soy capaz” afectando la seguridad en sí mismos, por lo que también se les dificulta la concentración, la memoria o pensar con claridad. En lo emocional, se presentan cambios bruscos de humor, irritabilidad, tristeza e impotencia”, señala la psicóloga Sandra Catalina.
Además, y como anota el psicólogo Andrés Felipe “puede afectar el sistema inmunológico del cuerpo y generar síntomas como el envejecimiento prematuro, fragilidad física, diabetes, artritis, entre otros. En ese sentido, altos niveles de estrés están asociados a problemas de salud física y mental a partir de la sobrecarga de emociones de frustración, impotencia, ira y tristeza”.
¿Cómo reconocer que sufres de estrés académico?
Para Andrés Felipe del Centro Psicológico Waleker “los altos niveles de estrés están asociados a sentimientos de depresión, ansiedad, irritabilidad, descenso de la autoestima, insomnio, entre otros; son manifestados mediante comportamientos que van desde la evitación de las responsabilidades, la disminución o aumento del apetito, la inseguridad; hasta el consumo de cigarrillos, alcohol y drogas. Adicionalmente, es posible experimentar sentimientos de falta de control, desorientación, frecuentes olvidos y bloqueos mentales”.
La buena noticia es que el estrés académico se puede prevenir. Por ello, ambos especialistas coinciden en la importancia de gestionar bien el tiempo, revisar las horas de sueño, hábitos de alimentación y ejercicio. Asimismo, para cumplir con las tareas es fundamental organizarse y dedicar espacios de trabajo, descanso y ocio. Pues todos son importantes para desempeñarse bien en todas las áreas de la vida.
Ahora bien, ¿qué hacer si ya presentas síntomas asociados al estrés académico? Para el psicólogo Andrés Felipe “es importante reconocer y reestablecer hábitos de vida saludables acompañados de la organización del tiempo que le permita dedicarse al desarrollo de habilidades académicas, también sociales, familiares e individuales. Cuando los síntomas de estrés académico son crónicos, es recomendable que haya un acompañamiento psicológico que permita descargarse emocionalmente, reconocer aspectos por mejorar la organización y calidad de vida, así como planear objetivos asociados al reconocimiento de habilidades y limitaciones que pueden generar factores de riesgo”.
Por último, la psicóloga Sandra Peña concluye “es fundamental identificar qué situaciones están generando el estrés para fortalecerte. ¿Cómo? Aplicando técnicas de respiración para relajar la tensión muscular y evitar la distorsión del pensamiento, además debes trabajar la inteligencia somática para conectar con lo que sucede en tu organismo y en consecuencia comprender las emociones y reconocerlas para administrarlas mejor porque si existe una dificultad que no te permite generar lo que quieres, debes verlo también como una virtud para implementar estrategias eficaces como aprendeAsociación Colombiana de Coloproctología, Cirugía y Endoscopia Colorectalr a gestionar el tiempo, visualización positiva del futuro o reestructuración cognitiva (soy capaz, yo puedo) y así aprender a enfrentarte a este tipo de situaciones”.