El interés de búsqueda de fútbol femenino crece copa tras copa, registrando un incremento en audiencia e interés de las marcas en este deporte. ¡Conoce por qué el balompié femenino en Colombia y en el mundo es una tendencia deportiva que afortunadamente sigue en aumento!
La Selección femenina de fútbol de Colombia tuvo una participación histórica en el Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda 2023, puesto que por primera vez clasificó en el torneo mayor, a los cuartos de final, incluso en fase de grupos logró vencer a la Selección de Alemania, una de las llamadas a ser potencias en la competencia. En su partido debut contra Corea del Sur, se rompió el récord de audiencia al obtener 9.01 millones de espectadores, triplicando así la audiencia registrada en un encuentro de la Copa Mundial Femenina de la FIFA.
Esto reafirma que el interés en este deporte crece copa tras copa, así lo señala el blog Think With Google pues tan solo “en Colombia, el término “fútbol femenino” registró un crecimiento de +5.000% en octubre de 2022 vs. 2019, cuando la selección Sub-17 salió subcampeona”.
Si bien, la destacada actuación del fútbol femenino colombiano a nivel internacional, que demostró que está dentro de las 8 mejores selecciones del planeta, ha aumentado su visibilidad; para nadie es un secreto que el balompié femenino en Colombia y en el mundo ha atravesado muchas luchas para profesionalizar este deporte y seguir perseverando en derribar las brechas de género y estereotipos.
¿Cuál es el origen del fútbol femenino?
La historia del fútbol femenino empezó a forjarse en 1892 en Glasgow, Escocia, cuando se registró el primer partido entre mujeres. En 1984, se creó el primer club deportivo British Ladies Football Club, con el que su creadora, la activista Mary Huston, buscaba demostrar la emancipación de la mujer. No obstante y aunque la Primera Guerra Mundial contribuyó a que el fútbol femenino se masificará y alcanzará popularidad, gracias a que las mujeres se introdujeron a la fuerza laboral y el fútbol masculino paró. La FA, el máximo organismo del fútbol en Inglaterra, no lo reconoció, las vetó de manera prolongada, pues solo hasta 1969, la FA decidió crear un equipo femenino y de primera división, por lo que la Selección femenina de Fútbol de Inglaterra lleva más de un siglo luchando por el crecimiento de este y hoy es una de las más destacadas.
¿Cómo se ha desarrollado el fútbol femenino en Colombia?
El fútbol femenino en Colombia empezó a practicarse en la década de los 70, cuando unas futbolistas conformaron dos grupos, uno que representará al deportivo Cali y otro al América. En la década de los 90 se organizó el primer torneo interligas y en 1997 la selección ganadora fue la base de la primera selección colombiana femenina en participar en un torneo internacional. Solo hasta 2017 empezó la liga profesional, en 2019 casi se cancela y hoy tiene una duración de cinco meses.
No cabe duda de que los esfuerzos de ‘las superpoderosas’, como se le conoce también a la Selección Colombia Femenina, dentro y por fuera de la cancha, están dando frutos. Claro que todavía hay muchas cosas por mejorar, pero se está presentando un crecimiento y apoyo al balompié femenino.
Por esta razón, Cristian Leandro Díaz, director técnico del equipo femenino de Compensar, anota que “durante los últimos años, se han generado esfuerzos para aumentar la visibilidad y la promoción del fútbol femenino, tanto a nivel local como internacional. Los logros y actuaciones destacadas de las selecciones nacionales femeninas y los equipos de clubes han contribuido a despertar más interés en el deporte entre los aficionados y los medios de comunicación. Además, las organizaciones deportivas y las instituciones gubernamentales en diferentes países también han trabajado para impulsar el desarrollo de este, brindando más oportunidades y recursos para las jugadoras y las competiciones”.
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El fútbol femenino en Colombia tiene un futuro prometedor
Recientemente se viralizó un video en el que Marta Vieira da Silva, considerada la mejor jugadora de fútbol de todos los tiempos, afirmó durante una rueda de prensa en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 “¿Sabes lo que es genial? Cuando comencé a jugar, no tenía un ídolo, un ídolo femenino. Ustedes (los periodistas) no mostraban fútbol femenino. ¿Cómo se suponía que los iba a haber? ¿Cómo imaginar que podría llegar a la selección y convertirme en lo que soy, en una referencia? Hoy salimos a la calle y las familias nos paran, nos dicen ‘mi hija te adora, quiere ser como tú’. Y no solo es con Martha sino con otras atletas también”.
Y precisamente, referentes como Catalina Usme, máxima goleadora histórica de la tricolor, Linda Caicedo, Mayra Ramírez, entre otras, ha generado que hoy muchas más niñas crezcan y se visualicen siendo jugadoras de fútbol profesionales.
Este es el caso de María José Hernández, jugadora de la Liga de Fútbol de Bogotá, en la categoría infantil, quien con tan solo 13 años ya lleva un amplio recorrido en este deporte. De hecho, en 2018 ingresó a la Escuela de Fútbol Compensar, en 2020 participó en un partido de la Copa Compensar, la cual tuvo que ser aplazada por la pandemia, luego en 2022 volvió a participar en la Copa Compensar e inició el proyecto de semilleros femeninos en cabeza del docente Cristian Leandro Díaz y desde este 2023 empezó a formar parte del equipo de la Liga de fútbol de Bogotá en la categoría infantil.
Y así como Maria José, existen otras niñas que se han interesado por este deporte, y sin saberlo, traspasan a sus familiares esa pasión. Precisamente esto fue lo que le sucedió a Aura Camargo, gestora del torneo de fútbol femenino GVA “cuando mis hijas decidieron jugar fútbol y se fueron por la inclinación de practicar este deporte, empecé a acompañarlas a las canchas, Me motivé al verlas jugar y reconocer en más niñas tanto talento, empecé a llenarme de pasión realmente por el fútbol femenino y a apostarle a apoyarlas para cambiar y transformar a estas chicas, eso es lo que más me gusta de este deporte, genera transformación social”.
Por eso, Aura decidió organizar el torneo femenino GVA, “con el fin de visibilizar todo el talento que existe, y trabajar para cambiar la desigualdad que todavía persiste en este deporte, generando así una inclusión porque el fútbol femenino sí tiene un futuro prometedor que nos va a permitir ser potencia. Hay que apostarle al cambio, hay que dar ese paso ”.
¿Cómo potenciar el fútbol femenino en Colombia en términos de desarrollo y reconocimiento?
Desde luego, todavía falta superar muchos obstáculos para que el fútbol femenino en Colombia derribe las brechas de género, entre otros obstáculos, por ello, Cristian Leandro Díaz, director técnico del equipo femenino de Compensar, añade que existen diversas acciones y estrategias que se pueden llevar a cabo para lograr un cambio significativo en el panorama del fútbol femenino en el país como:
- Empoderar a las mujeres y las niñas para que participen en un deporte que les brinda beneficios físicos, emocionales y sociales.
- Apoyo de la afición y creación de ligas sólidas y competitivas.
- Igualdad de oportunidades: es importante asegurarse de que las mujeres tengan igualdad de oportunidades en el fútbol en comparación con los hombres.
- Visibilidad mediática.
- Colaboración entre entidades: trabajar entre organismos deportivos, organizaciones gubernamentales y empresas privadas puede impulsar el fútbol femenino en Colombia.
- Apoyo de patrocinadores y empresas: el respaldo financiero y logístico puede aumentar la calidad y la cantidad de torneos y ligas disponibles para las mujeres.
En ese sentido, Compensar, entidad que completa una trayectoria de cerca de 45 años fomentando la práctica deportiva desde una filosofía de formación en valores, cuenta con una Escuela de Fútbol femenino y asimismo organiza torneos de fútbol en Bogotá “pues esto es una forma de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades dentro de la comunidad deportiva, además contribuye a la identificación de jóvenes promesas deportivas que podrían participar en competiciones a nivel nacional e internacional”, señala Cristian Leandro Díaz.
Por esta razón, Aura Camargo no dudo en buscar a Compensar para llevar su torneo GVA a otro nivel “Compensar es mi caja de compensación, siempre he encontrado espacios seguros con altos estándares de calidad y precisamente esto nos va a permitir desarrollar un torneo de alto nivel que le brinda comodidad, tanto a las jugadoras como a los espectadores, por eso es un gran aliado para nosotros, además su ubicación es estratégica, por lo que es accesible para todos”.
A través de este tipo de alianzas, “se dignifica a la mujer, se promueve la igualdad de género, se visibiliza jugadores que se pueden fichar para el fútbol profesional, así como, darle continuidad al entrenamiento y buen nivel de aquellas jugadoras que al estar en una liga profesional que dura 5 meses, pueden seguir compitiendo en torneos de alto nivel, así no paran su proceso sino que continúan estando en forma”, anota Camargo.
Al patrocinar torneos de fútbol femenino, Compensar fortalece su relación con la comunidad local, sus afiliados y sus familias, generando un impacto positivo en la vida de las personas, el cual también se extiende a las niñas que comienzan a formarse en su escuela deportiva como es el caso de María José quien no duda en asegurar que “este ha sido un proceso de crecimiento continuo tanto mental, intelectual y físico, en el que he reconocido que la disciplina es un principio fundamental al igual que el trabajo en equipo. Compensar me ha apoyado con el acompañamiento del profesor y sus espacios físicos permitiéndome desarrollar mis capacidades físicas y emocionales”.
Por eso, “es importante apoyar esta disciplina ya que podría ser una estrategia que permita, en todos los ciclos vitales de la vida, generar hábitos saludables que eviten la inmersión de la población en el consumo de drogas u otros espacios de violencia. El fútbol es uno de los deportes más completos que les permite a las jugadoras el desarrollo de sus habilidades y talento, promoviendo una inclusión social y participativa de las mujeres en Colombia y favoreciendo así el desarrollo social y económico de una nación”, concluye María José.