El futbolista paralímpico Nicolás Coca encontró en el fútbol el tratamiento ideal para gambetear las adversidades de una enfermedad que le arrebató la vista cuando tenía 5 años.
El fútbol no conoce límites cuando quien lo practica es un apasionado por el llamado “deporte rey”. Esta es precisamente la razón de ser de Nicolás Coca, un joven que lleva marcándole goles a las dificultades causadas por una enfermedad que lo ha acompañado desde los 18 meses de vida.
Fue de esta manera como una retinopatía bilateral (un desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina del ojo que ocurre en bebés que nacen muy precoces), de a poco, le fue arrebatando la vista -por completo- cuando tenía 5 años, convirtiéndose más que en un pretexto, en el estímulo para disipar con su talento a las adversidades.
De esta manera, esta historia de pasión con el fútbol tuvo la complicidad de su padre, quien le enseñó los secretos del deporte jugando con botellas y con balones envueltos en bolsas de plástico. Lecciones que quedarían por siempre en la mente de un joven que empezaba a escribir una historia inspiradora de vida.
Nicolás no solo ha logrado destacarse en el campo de juego, sino fuera de este, tal como lo destaca su entrenador, Fernando Carrillo, director técnico de la Selección Colombia Juvenil: “además de ser un deportista técnicamente destacado, es una persona líder dentro y fuera de la cancha. Tiene la humildad y el carácter necesario para poder soportar la presión”.
Inspirando desde su liderazgo
Ahora, Nicolás espera conquistar un nuevo sueño, el convertirse en un profesional de la psicología; así como, seguir cosechando triunfos y participaciones en otros eventos deportivos como ya lo hizo con éxito en los Juegos Parapanamericanos Juveniles que se desarrollaron en Compensar y la Copa América para ciegos. Conoce más de esta historia de Nicolás Coca y la forma como ha logrado marcarle goles a los límites: