El trabajo de una enfermera es fundamental en la recuperación de un paciente, pero cuando el paciente es un integrante de su familia, es un buen momento para reflexionar y aplicar a profundidad su propósito y vocación. Conoce la historia de vida de Yanira Carreño, enfermera jefe en Compensar Salud, a quien durante su embarazo le fue diagnosticado una malformación congénita en su hijo.
Durante una de las etapas de vida más importantes de una mujer: el embarazo, Yanira Carreño, enfermera jefe en Compensar, tuvo que escuchar las siguientes palabras: “hay una opción de continuar o no con el embarazo, debes someterte a varios estudios porque hay una alta probabilidad de que tu hijo venga con atresia esofágica u otras enfermedades”.
Desde ese momento, y a pesar de la difícil situación que atravesaba, Yanira comprendió que estudiar y ejercer la enfermería tenía un propósito, pues su carrera ya no solo giraba en torno a sus pacientes, sino ahora también a su familia. A continuación, conoce su historia de vida y descubre cómo su conocimiento profesional y vocación humanista la ha llevado a ir más allá del servicio con las personas que trata, entregando lo mejor de sí para su hijo Samuel.
Para Yanira, pasar de estar del lado de los profesionales de la salud al de ser atendida por médicos y enfermeras, ha marcado un antes y un después en su vida. Hoy se siente más motivada y humana para seguir ejerciendo su profesión, brindando el acompañamiento y las palabras que necesitan sus pacientes cuando la enfermedad toca sus puertas.
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