El éxito de las organizaciones está directamente relacionado con el desarrollo y la realización personal de sus colaboradores. Descubra de expertos 3 tácticas fundamentales para lograrlo.
Tradicionalmente, las compañías siempre han enfocado la mayor parte de sus esfuerzos e inversiones en lograr la atracción y retención del cliente externo o sus consumidores.
Sin embargo, el mundo globalizado ha traído nuevos retos y esto ha llevado a las empresas y sus líderes a replantear la forma de hacer las cosas. El valor retener el talento humano ha modificado el relacionamiento de las empresas con su gente y le ha otorgado más significado a la cercanía con el otro y al conocimiento de sus deseos, intereses, motivaciones y propósitos.
Las industrias descubrieron que la mejor forma de dar a conocer sus productos y servicios era por medio de colaboradores felices que se sintieran orgullosos de su empresa y trataran muy bien a los clientes.
Antes esta nueva perspectiva surgen conceptos como el Endomarketing, en donde se considera a los empleados como clientes y a la empresa como el producto que se quiere vender. Juan Merodio, experto en marketing digital, lo define en su página web como “un conjunto de estrategias y acciones de marketing enfocadas a mejorar la relación y el bienestar interno de los colaboradores de la empresa, con el fin de implicarlos en el negocio para generar una mayor motivación, mejora de productividad y con ello, clientes satisfechos”.
A partir del concepto de ver a los colaboradores como clientes valiosos a los que hay que impactar de forma positiva, queremos presentarle algunas tácticas importantes a considerar para asegurarse de siempre tener de su lado un equipo de trabajo feliz y con la camiseta puesta:
1. Mejore los procesos de comunicación:
Según Laura Cubides, gerente de recursos humanos de Natura, hay que asegurarse de que cada uno de sus colaboradores conozca los objetivos y retos de su negocio y cómo pueden ser parte fundamental de ellos. Permítales ser protagonistas para que, desde su conocimiento y experiencia, construyan parte de la visión de la compañía.
Deles vía libre para que cuestionen, crezcan, encuentren el valor de su trabajo y sean parte de los resultados con entusiasmo y energía.
Una muy buena forma de lograrlo es permitiéndoles a todos tener contacto directo con los clientes y estar al tanto de las actividades que desarrolla la empresa.
2. Recompénselos por su buen trabajo:
Cualquier trabajador, sin importar su posición y responsabilidades, necesita recibir feedback sobre sus labores realizadas. Es fundamental que tengan la certeza de estar cumpliendo sus funciones correctamente y que asimismo sean premiados cuando lo logren hacerlo de forma sobresaliente.
Aunque las bonificaciones económicas son importantes, para Celestino Martinez, director de Marketing y Comunicación de Grupo Eurotax, deben haber unas políticas claras de motivación que logren una conexión emocional similar a la que se quiere conseguir con el cliente externo. Es decir, por medio de recompensas que faciliten la conciliación familiar y el tiempo libre, capacitaciones en temas de su interés y, en general, un mejoramiento en sus condiciones laborales.
3. Preocúpese por conocer cómo está compuesta su fuerza de trabajo:
Según Juan Carlos Sanclemente, escritor de dinero.com, otra importante labor es “efectuar una clara segmentación de los empleados teniendo en cuenta sus necesidades, deseos y labores particulares desempeñadas”.
Las motivaciones y estilos de vida de los seres humanos están determinados por su personalidad pero también por la generación a la que pertenecen (baby boomers, generación X, Millenials, Z). Por esta razón es importante hacer una “investigación de mercados” al interior de su compañía para así determinar cuales son los incentivos que más se ajustan de acuerdo a los perfiles y estableciendo políticas de recursos humanos consecuentes.
Tener un tratamiento ejemplar con el cliente interno no solo brinda beneficios al interior de la compañía sino que también impacta de forma positiva la reputación de la compañía, factor que se traduce en la atracción orgánica nuevos clientes, inversionistas y un mejor capital humano.