Para más de 2,8 millones de venezolanos, Colombia representa un segundo hogar y una nueva oportunidad. Sin embargo, empezar de cero no es fácil. Conoce la inspiradora historia de Paola Cantillo, quien, con esfuerzo y perseverancia, transformó su vida.
Paola Cantillo es una de esas personas que decidió atravesar la frontera con la convicción de que su esfuerzo y perseverancia cambiarían el rumbo de su vida. Como muchos otros migrantes, enfrentó retos, incertidumbre y la dificultad de encontrar un empleo estable, pero su historia es prueba de que querer es poder.
Actualmente, gracias al Programa de Inclusión Laboral de la Agencia de Empleo y Fomento Empresarial Compensar, Paola ha logrado acceder a un trabajo formal y trazar un futuro diferente. Su historia es una inspiración para quienes, como ella, buscan salir adelante en un país que les ha abierto las puertas.
Un adiós lleno de esperanza
Paola recuerda con nostalgia su vida en Venezuela. “Los viajes a la playa en Semana Santa y en carnavales eran momentos especiales, llenos de risas y unión familiar. Nunca imaginé que un día tendría que dejar atrás esos recuerdos para empezar desde cero en otro país”.
Mientras estudiaba Higiene y Seguridad Laboral, la difícil situación económica la llevó a tomar una decisión compleja: pausar sus estudios y emigrar para sostener a su madre. El amor por su familia fue su mayor motivación y, con el corazón lleno de incertidumbre, cruzó la frontera por una trocha en busca de oportunidades.
El desafío de empezar de nuevo
Su travesía la llevó primero a Riohacha, donde pasó tres meses adaptándose a un nuevo país. Luego, decidió trasladarse a Bogotá, una ciudad llena de posibilidades, pero también de grandes desafíos.
Su trayectoria laboral estuvo marcada por la informalidad: trabajó en cafeterías, panaderías y restaurantes, enfrentando largas jornadas y condiciones difíciles. De esta manera, su camino laboral estuvo marcado por la informalidad: trabajó en cafeterías, panaderías y restaurantes, enfrentando largas jornadas y condiciones difíciles. Sin embargo, nunca perdió de vista su propósito: encontrar un empleo que le permitiera mejorar su calidad de vida y la de su familia.
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Programa de Inclusión Laboral: la oportunidad que cambió la vida de Paola
Su perseverancia la llevó hasta la Fundación Juntos Se Puede, donde le hablaron de la Agencia de Empleo y Fomento Empresarial Compensar. Allí encontró un equipo comprometido en apoyarla y proporcionarle las herramientas necesarias para acceder a un empleo formal.
“Recibí orientación, asistencia en la búsqueda de empleo y capacitaciones que me prepararon para enfrentar procesos de selección con mayor confianza. Finalmente, tras participar en un taller presencial y superar varias entrevistas, llegó la oportunidad que tanto esperaba”, relata emocionada Paola.
Su historia refleja el impacto positivo del Programa de Inclusión Laboral, que ha beneficiado a más de 4.000 migrantes, además de víctimas del conflicto armado, personas en proceso de reincorporación, personas con discapacidad y población LGBTIQ+.
El camino no ha sido fácil, pero Paola ha demostrado que, con disciplina y determinación, los sueños pueden hacerse realidad. “Hay que ser perseverante y nunca perder la fe”, dice con convicción, inspirando a otros a seguir adelante, sin importar las dificultades.
