La pandemia hizo ver y entender que no existe solo una forma de trabajo que genere productividad.
Lo que a finales de diciembre de 2019 comenzó en Wuhan (China) como un evento aislado, muy pronto se convirtió en una preocupación global cuando la humanidad se percató de que se trataba de un fenómeno que lo cambiaría todo.
Uno de esos aspectos que se transformaron fue la manera en la que las compañías y personas estaban acostumbradas a trabajar, pues si bien es cierto que muchas organizaciones ya venían considerando el teletrabajo como una alternativa interesante y avanzando poco a poco en su implementación, la emergencia sanitaria aceleró esta dinámica.
De lo anterior da cuenta un informe del Foro Económico Mundial (FEM), según el cual, antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretara al covid-19 como pandemia, apenas el 4% de la población empleada desarrollaba sus funciones bajo alguna modalidad de teletrabajo o trabajo remoto, en al menos el 50% de su calendario laboral. No obstante, luego de esa confirmación, esa cifra alcanzó cerca del 28% en todo el mundo.
Algo similar pasó en América Latina donde, de acuerdo con estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), durante el momento más álgido de la crisis (segundo trimestre de 2020) alrededor de 23 millones de personas trabajaron desde sus casas, lo que representaba entre un 20 y un 30% de los asalariados que efectivamente laboraron en ese periodo (esa cifra antes de pandemia era inferior al 3%).
Colombia, por supuesto, no fue ajena a esta situación y –según mediciones encabezadas por el Ministerio de las TIC y realizadas por la Corporación Colombia Digital y el Centro Nacional de Consultoría– mientras en 2018 había 122.278 teletrabajadores formales, las restricciones generadas por el covid-19 llevaron a que 209.173 empleados pasaran al trabajo remoto o desde casa, lo que representó un aumento del 71%, comparado con las cifras de dos años atrás.
Anticipándose al futuro
Diferentes empresas en el país, como por ejemplo Compensar, ya tenían un camino recorrido en relación con este modelo y, desde el 2017 había iniciado un piloto con aproximadamente 300 trabajadores, como parte de una política corporativa que busca favorecer el bienestar integral de sus colaboradores y familias, explicó Alexandra Castellanos, gerente de Talento Humano de la entidad, añadiendo que el objetivo inicial del piloto era verificar si los beneficios del teletrabajo que expone el “libro blanco del teletrabajo”, concentrados en cinco indicadores: disminución en costos de operación, aumento en mediciones de calidad de vida, reducción del ausentismo, aumento de productividad y optimización de espacios, generaban mayor valor en la compañía.
De acuerdo con la directiva, como resultado de la iniciativa se evidenciaron mejoras en cada uno de los indicadores y, por eso, se tomó la decisión de implementar el modelo a nivel corporativo.
Así, a partir de esa fecha, diseñaron e implementaron políticas, directrices, procesos y procedimientos para habilitar el teletrabajo de forma transversal, ordenada y sostenible en toda la organización, cumpliendo con los requisitos de la Ley 1221 del 2008 y el Decreto 884 del 2012.
“La adaptación temprana de esta modalidad nos preparó para el contexto que implicó la pandemia, puesto que ya teníamos claros los procesos de implementación del modelo de teletrabajo y estábamos alineados al interior con los procesos que soportan el trabajo remoto, teníamos mediciones de productividad, ya operábamos con escritorios remotos, ya teníamos en algunas sedes espacios de trabajo compartidos o espacios de coworking y avances en temas de cultura, liderazgo y formación para el teletrabajo”, resaltó Castellanos.
En medio de esta coyuntura, que implicó el desafío de la masificación del modelo a nivel organizacional, Compensar pasó de 720 colaboradores en modalidad de teletrabajo formal al cierre de 2019 a 1.700 al terminar el 2020. Con corte a agosto de este año ya cuenta con 2.023 trabajadores oficializados (entre autónomos, suplementarios y móviles: las tres modalidades reglamentadas en Colombia).
Retos y aprendizajes
El paso de los meses, desde el inicio de la emergencia sanitaria mundial, también significó un periodo de grandes aprendizajes en diferentes ámbitos, pero, en lo que concierne a lo laboral, uno de los más importantes fue entender que el teletrabajo llegó para quedarse y que a partir de él se pueden definir algunas variables interesantes, como el modelo híbrido, que en la actualidad ya marca una clara tendencia.
Al respecto, una encuesta realizada por Cifras y Conceptos y la Universidad del Rosario, revela que cerca del 55% de la población en el país prefiere trabajar en un modelo híbrido y flexible, que combine la asistencia a las oficinas con trabajo desde cualquier lugar, incluida la casa, una vez se establezca el regreso a la presencialidad.
Así lo entendió también Compensar puesto que, como lo explica su Gerente de Talento Humano, entre las lecciones aprendidas durante esta coyuntura está la importancia de invertir de manera permanente en el fortalecimiento de la infraestructura tecnológica y desarrollar cada vez menos modelos de trabajo que dependan exclusivamente de la presencialidad.
Hoy, en términos de mercado laboral, es cada vez más común que las compañías ofrezcan cargos teletrabajables, sumado a una experiencia de bienestar integral que a través del conocimiento personalizado de los intereses, afinidades y gustos de sus trabajadores, esté en la capacidad de dar respuesta a su necesidad de hallar un equilibrio entre la vida personal y laboral, un modelo que se vive al interior de Compensar y que se constituye en un diferenciador muy poderoso para las nuevas generaciones que evitan, a toda costa, los esquemas tradicionales de trabajo, agregó Alexandra Castellanos.
Para la directiva, igualmente, es importante mencionar que, en términos de los procesos de selección y contratación del mejor talento humano, “las barreras que implicaban las distancias entre la vivienda de los candidatos y las oficinas centrales de las empresas dejaron de existir. Lo anterior, además impacta positivamente la calidad del aire, al reducir las emisiones de CO2 por los desplazamientos de los trabajadores. “Uno de los temas que quedó claro después de los picos de la pandemia es que con un buen modelo de trabajo remoto y una cultura orientada a objetivos se logra una muy buena productividad, sin importar la ubicación desde donde trabaja el colaborador”, afirmó.
Esta experiencia le sirvió a Compensar no solo para aplicar todas estas transformaciones al interior de la Organización, sino para compartirla con otras empresas que vieron en ella un importante referente para entender que el trabajo desde lugares diferentes a la oficina sí es posible en muchos casos y que además brinda múltiples beneficios tanto para las compañías como para los trabajadores.
Por todas estas consideraciones, para Castellanos es claro que deben seguir conviviendo entre sí el trabajo remoto y presencial, en un esquema híbrido (casa y oficina), lo que hoy supone uno de los desafíos estratégicos de más peso para las áreas de Talento Humano de las compañías, además, continuar formando capacidades y habilidades en líderes y colaboradores en general para que se adapten a este entorno, clave para fomentar la adherencia a la cultura corporativa, el sentido de equipo, la productividad, la innovación, las conexiones interpersonales genuinas, y la salud mental y emocional.
De esta manera, Compensar continúa reafirmando su compromiso con el bienestar integral de sus colaboradores, adaptándose a las circunstancias cambiantes y haciéndoles frente a los desafíos del futuro, con la firme convicción de que lo más importante de las organizaciones son las personas y su capacidad de aportar a la construcción de una sociedad productiva, saludable y feliz.
Más información en: https://corporativo.compensar.com/