Vivir con prisa y estresado se ha convertido en un estilo de vida que por supuesto puede pasarle factura a tu cuerpo y mente. ¡No esperes que esto te pase! Conoce las consecuencias negativas del estrés y aprende a aliviar esta tensión física o emocional.
¿Qué es el estrés?
Seguramente cuando te duele la cabeza, sientes tensión muscular o presentas dificultad para conciliar el sueño, has pensado: ¡eso debe ser el estrés! Pues bien, tu pensamiento no es del todo errado, pues esta puede ser alguna de las causas que ocasionan este tipo de afecciones, no por nada, el estrés es considerado la enfermedad del siglo XXI.
Y es que como explica el doctor Leonardo Sánchez, director ejecutivo de la Sociedad Colombiana de Médicos Colombiana de Médicos Generales (SOCOMEG), “la Organización Mundial de la Salud, define estrés como ‘el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara el organismo para la acción’, es decir, se trata de un sistema de alerta biológico necesario para nuestra supervivencia”.
Agrega que, se puede generar estrés “ante cualquier cambio que se presente en nuestras vidas, como cambiar de trabajo, hablar en público, presentarse a una entrevista o mudarse a un lugar; aunque esto también depende del estado físico y psíquico de cada individuo”. Por ello, resulta importante priorizar espacios que brinden al organismo ambientes de bienestar, con el fin que mitigar el impacto causado por el estrés.
¿Por qué se produce el estrés?
Existen muchos factores que pueden desencadenar el estrés, como el trabajo, relaciones personales, presiones financieras, entre otras situaciones, que hacen que “el organismo tenga una serie de reacciones fisiológicas que activan el eje hipófiso-suprarrenal y el sistema nervioso vegetativo, generando que se produzca una «activación» de todo el organismo, que de forma prolongada, disminuye las capacidades de respuesta, experimentando un retroceso, muy considerable, en las habilidades sociales, así como, en las capacidades de adaptación e interrelación con el medio, produciendo la aparición de enfermedades psicosomáticas”.
En ese orden de ideas, cuando el estrés se convierte en una tensión física o emocional crónica, el doctor Sánchez explica que se puede generar las siguientes alteraciones:
¿Existe estrés bueno?
De acuerdo con el doctor Sánchez, “existen autores que diferencian entre estrés positivo (eustrés) y estrés negativo (distrés). El primero es adaptativo y estimulante, necesario para el desarrollo de la vida en bienestar. Sucede cuando hay un aumento de la actividad física, el entusiasmo y la creatividad. Por ejemplo, practicar un deporte que te gusta o afrontar algún reto o situación que consideras excitante”.
En cambio, agrega que el segundo “provoca una inadecuada, excesiva o desregulada activación psicofisiológica. Es dañino, genera sufrimiento y desgaste personal. Y aunque todos siempre tengamos un poco de estrés, este no es bueno cuando nos sobrepasa e interfiere en varias áreas de nuestra vida cotidiana”.
¿Cómo aliviar esta tensión física o emocional?
“Es importante que practiques ejercicio regularmente, puesto que al realizarlo se reducen rápidamente los valores de la hormona del estrés, mejorando así el estado de ánimo. Duerme entre 7 a 8 horas diarias, come balanceadamente, incluyendo frutas y verduras. Evita el alcohol y la cafeína. Medita o haz ejercicios de relajación, dedica tiempos libres y mantén una red de amigos y familiares. Esto te permite regular el estrés”, concluye el doctor Sánchez.
Diariamente, no olvides que, así como te exiges laboralmente, tu cuerpo y mente también necesita momentos de descanso y esparcimiento, agéndalos en tu rutina diaria, seguro que empezarás a notar cambios positivos en tu vida.