Ortorexia: cuando comer saludable se convierte en una obsesión


    manos en celular toma foto de verduras y cuenta calorías

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    Comer saludable es una acción de autocuidado, es velar por tu bienestar y salud, pero qué pasa cuando se convierte en una preocupación y dedicas mucho tiempo a la planificación de tus comidas, restringes alimentos o aparece un sentimiento de culpabilidad. ¡Eso es lo que se conoce como ortorexia! Conoce qué es la ortorexia y la importancia de aprender a diferenciar entre comer saludable a sentir una preocupación por alimentarse “sano”.

    De acuerdo con la primera edición del Barómetro Edenred FOOD , el cual revela los hábitos de alimentación saludable, “Colombia es el país del grupo en el que más se evidenció la necesidad de los usuarios por tener opciones saludables, superando a países como Brasil (90%) Perú (90%) y España (89%)”.

    Y es que actualmente estamos expuestos a demasiada información, influenciadores que comparten recetas saludables, qué comieron durante el día, cómo prepararon determinada comida, además de artículos o libros  que explican cómo alimentarse saludablemente, leer las etiquetas, cuáles son las comidas que se deben evitar. Pero qué pasa si te invitan a una ocasión especial y te cuesta salir de esa estructura, disfrutar de un helado, de un ponqué, es decir, te obsesionas por llevar una alimentación “saludable”.

    ¡Cuidado! Porque sin darte cuenta puedes estar cayendo en la ortorexia.

    ¿Qué es la ortorexia?

    De acuerdo con Mónica Acosta Nieva, psicóloga especialista en Psicología Médica y de la Salud, psicología clínica y magister en Psicooncología “la ortorexia es un término poco escuchado, pero sin duda va a comenzar a tomar mayor fuerza porque cada vez más personas lo están experimentado. Este concepto se originó en los 90 ‘s cuando una revista no científica utiliza el término de ortorexia nerviosa y en esta misma publicación el Dr. Steven Bratman de la Universidad de Pensilvania anota que ‘es una fijación en comer alimentos saludables para evitar problemas de salud y enfermedad’”.

    Pero como aclara la psicóloga Acosta “en los 80 ‘s también se utilizó el término saludismo, una construcción social que promueve la salud y todo lo relacionado con hábitos saludables. A partir de esta década, la población en general comenzó a ser más consciente del cuidado de la salud, pero desde ese momento también ha generado unos efectos negativos sobre lo que significa adquirir o no salud. Hoy en día, este término se combina con los discursos contemporáneos que vemos actualmente, por ejemplo: desde la observación y con las redes sociales uno ve a una persona delgada o con músculos y tiende a pensar que esa persona es saludable y por eso mismo le crees todo lo que publica y aconseja a través de este medio. No obstante, algunas personas delgadas o musculosas, física o mentalmente no están bien, entonces esta cuestión de salud no necesariamente está ligado a un cuerpo en determinadas condiciones”.

    ¿La ortorexia es un trastorno de alimentación?

    Como explica la psicóloga Mónica “el término de ortorexia no está como tal en un manual DSM-5 (Diagnostic and statistical manual of mental disorders). No obstante, cada vez es más común que las personas lo presenten. Este es un trastorno progresivo, bastante silencioso. Empieza de una forma muy inocente, las personas dicen: ‘me voy a cuidar o voy a hacer unos cambios por mi salud’.  Pero en ese camino se pierden y se convierte en una obsesión que ya no se centra en el cuidado y el amor propio, sino en el miedo por comer, la autoexigencia de encontrar aquello que sea lo mejor, nada debe ser procesado ni industrializado, entonces ya el cuidado no prevalece sino el miedo”.

    Ortorexia síntomas

    A continuación Mónica Acosta Nieva, magister en Psicooncología explica cuáles son esas conductas que ayudan a identificar que estás obsesionado por comer “sano”:

    • Evitas la comida o alimentos que no sean aparentemente saludables. Por ejemplo, si no tienes información de la preparación o cultivo del alimento haces rápidamente una evaluación y si determinas que ese no es sano, descartas totalmente la posibilidad de alimentarte .
    • Cuentas con niveles de exigencia altísimos a la hora de comer. Los alimentos deben contar con etiquetas que demuestren que son orgánicos.
    • No eres flexible en tu dieta, por lo que, entras en una soledad o aislamiento social al preferir no ir a reuniones porque prefieres no comer en restaurantes al no poder controlar la preparación de los alimentos.
    • Te sientes mal comiendo con otras personas, por eso evitas reunionesal percibir que otras personas pueden hacer señalamientos o tú empiezas a realizar juicios de lo que las otras personas comen, generando un choque en tus relaciones.
    • Sientes culpa si en algún momento te saliste de tu dieta, te sientes mal porque para ti le hiciste algo malo a tu cuerpo.
    • Presentas nerviosismo si no te encargas de la preparación del alimento.
    • Tienes una obsesión no solo por el alimento sino también por el ejercicio.“Ya hice dos horas, pero quizás esto no sea suficientemente bueno, mejor hagamos 3”.
    • Te preocupas constante por la apariencia corporal y tienes un diálogo interno destructivo “no me voy a ver lo suficientemente sano, me va a salir un gordito”.

    De acuerdo con la psicóloga Mónica Acosta “las personas más propensas a tener ortorexia son deportistas, quienes han padecido de algún trastorno de alimentación, así como, trastornos afectivos. También personas que por su trabajo deben mostrar mucho su cuerpo, aunque cualquiera puede desarrollarla, sobre todo, si se tiene en cuenta que actualmente estamos expuestos a demasiada información que transmitida por influenciadores que no están capacitados ni necesariamente son nutricionistas, empiezas a creerles pero después quedas enganchado en una angustia por la comida”.

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    Causas de la ortorexia

    Además de las mencionadas anteriormente “haber tenido una historia de sobre exigencia, si de pronto obtuviste un 9.5 y tus cuidadores te decían ‘¿y por qué no un 10?’ Si te inscribiste a una competencia y quedaste en segundo lugar pero no te felicitaban; si en tu hogar hubo una situación problemática pero no se hablaba de esto, muchas personas empiezan a sentir que ellos son el problema, que su cuerpo es el problema: ‘no soy lo suficientemente alto o delgado.‘ Entonces ese modelo que hayan vivido en su casa, así como,  cuestiones genéticas, es decir, que alguno de tus padres haya sufrido de trastorno obsesivo compulsivo puede desencadenar la ortorexia. También, si para tus papás ser saludable es que te veas delgado o musculoso son creencias que pasan de generación en generación y por supuesto estar expuestos a redes sociales y a acceder a estas sin la guía de un adulto responsable”, anota Mónica Acosta.

    Ortorexia consecuencias

    • Aislamiento social
    • Desgaste mental por pensar qué alimento te puede dañar o afectar tu salud
    • Niveles de autoexigencia muy altos
    • Afectar aspectos de la vida laboral por presentar dificultad para relacionarte con las demás personas.

    ¿Cómo identificar que implementas hábitos saludables y no estás cayendo en ortorexia?

    “Los hábitos saludables se diferencian de la ortorexia porque estos te permiten sentir placer al comer, disfrutas de los alimentos, de compartir con otras personas una comida, no te angustias al pensar cómo se preparó, eres flexible, si te invitan a un cumpleaños te comes el pedazo de torta sin ningún remordimiento, si no encontraste un alimento con el sello de certificación orgánica no te preocupas, lo cambias por otro. Pero cuando una persona presenta ortorexia la ves comiendo con angustia, ansiedad, con un ánimo fluctuante, porque si por alguna razón tuvo que comer algo se siente frustrado. Entonces, si sientes culpa por no parar de comer o al finalizar te dolió el estómago, hay algo que no está bien con la alimentación”, señala Mónica.

    Además, concluye que “la ortorexia es finalmente un estado avanzado y obsesivo de una mala relación con la comida, que todos podemos llegar a tener porque seguramente alguna vez en tu casa te dijeron: ¡se come todo!  y sientes que te tienes que comer todo a pesar de no tener hambre. Ahí estás teniendo una mala relación con la comida porque no estás conectando con tu cuerpo sino con lo que en algún momento te enseñaron y al hoy no has podido generar un criterio adulto. Si estás en una lucha constante con la alimentación, si esto te genera un malestar físico o emocional, acude a los especialistas adecuados. Ahorita hay algo que está comenzando a surgir y es la unión de un psicólogo con un nutricionista (psiconutricionista) en la que trabajas tu relación con la comida y la historia que has tenido con esta, empiezas a sanar para empezar a ser amable contigo y aprender a ser flexible”.

    ¡No olvides!

    Es importante que si crees sufrir de ortorexia o sientes que padeces de trastornos de alimentación como anorexia nerviosa, trastorno por atracción, evitación, entre otros, cuentes con el acompañamiento de un psicólogo y un nutricionista, de esta manera podrás conocer qué te llevó a padecerlo, identificar lo qué es realmente una alimentación sana, por qué todos los grupos alimenticios son importantes para tu salud, mejorar la relación con la comida, con tu cuerpo y pensamientos. ¡Así no solo cuidas tu salud física, sino también la mental y emocional!

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