“Era un bebé muy deseado y querido, pero sentía rechazo hacía él. Pensaba: ¡pobre mi hijo! Tiene una mamá que no lo quiere”. Esta es una frase de una madre que sufrió depresión posparto, una enfermedad que se debe tratar a tiempo y de la mano de profesionales de la salud.
Llanto incontrolable, sentimiento de culpa, irritabilidad, preocupación, desinterés por hacer la mayoría de las actividades, cansancio físico y agotamiento mental, así como preocupación constante, son algunos de los síntomas que pueden indicar que una mujer que acaba de ser una madre está sufriendo de depresión posparto.
¿Qué es la depresión posparto?
Para la psicóloga Ingrid Espitia, quien cuenta con más de 12 años de experiencia en intervención clínica, para entender qué es la depresión posparto es necesario comprender que “el bebé que crece en el interior de una madre comparte y se alimenta de sus emociones y bioquímica, generando que durante la gestación se produzca una transformación que así como ocasiona felicidad, también genera muchos miedos e incertidumbre porque indudablemente la vida ha cambiado”.
Por esto añade que “ el parto da fin a todas esas expectativas que se viven durante la gestación y al presentarse tantas emociones encontradas puede ocasionar un desequilibrio emocional porque se experimenta una sensación de vacío al comprender que el bebé ya no está en tu interior y que su nacimiento representa para ti muchas responsabilidades. No obstante, si la ansiedad, tristeza, angustia y rechazo hacia el bebé se sostienen en el tiempo -más de dos semanas- estamos hablando de depresión posparto”.
Por esta razón, la médica psiquiatra, Ángela Liliana Vélez, directora del Modelo de Salud Mental de Redes Médicas, define la depresión posparto como “un trastorno mental que afecta la esfera afectiva, en el que se experimentan síntomas como ansiedad extrema, culpa e inseguridad, estallidos incontrolables de llanto o de risa, una frecuente preocupación por la o el bebé y en ocasiones surge una ideación suicida”.
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¿Por qué da depresión posparto?
De acuerdo con la médica psiquiatra Ángela Vélez “no se conoce una causa exacta, ya que se puede dar por múltiples factores. Uno está relacionado con lo biológico, es decir, alteraciones hormonales. El otro involucra lo psicosocial como historia previa de depresión, si durante la gestación presentó ansiedad o ha carecido de apoyo social. También se desencadena por estrés prenatal, dificultades en la relación de pareja, bajos ingresos económicos, baja escolaridad, embarazo no planeado, antecedentes de violencia sexual, entre otros”.
Por esta razón, es importante tener en cuenta el entorno y contexto en el que se desarrolla el embarazo de una madre, así como, sus experiencias previas, pues esto influye en la aparición de la depresión posparto.
Síntomas de la depresión posparto
A continuación, las especialistas te comparten algunas señales de alarma que pueden indicar que se trata de una depresión posparto.
- Llanto sin razón
- Sensación de no ser capaz de cuidar al bebé
- Irritabilidad
- Disminución de la capacidad de pensar con claridad, concentrarse o tomar decisiones
- Inquietud
- Ansiedad grave y ataques de pánico
- Pensamientos acerca de lastimarte a ti misma o al bebé
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
- Dificultad para relacionarse con el bebé
- Aislarse de familiares y amigos
- Pérdida del apetito o comer mucho más de lo habitual
- Incapacidad para dormir (insomnio) o dormir demasiado
- Fatiga abrumadora o pérdida de energía
- Interés y placer reducidos en las actividades que solías disfrutar
- Irritabilidad y enojo intensos
- Desesperanza
- Sentimientos de inutilidad, vergüenza o insuficiencia
¿Cómo superar la depresión posparto?
La depresión es una enfermedad mental que necesita acompañamiento profesional, por lo tanto, la psicóloga Espitia, señala que “requiere de un tratamiento psicológico que se desarrolla entendiendo el contexto de la madre, por ejemplo, si la mamá no cuenta con los recursos económicos para mantenerlo, hay que buscar herramientas de solución o una red de apoyo que ayude a cubrir sus necesidades básicas, para que de esta manera funcione el tratamiento, el cual se puede desarrollar desde una terapia cognitiva conductual. Si a pesar de ello, esto no funciona es necesario remitir a psiquiatría porque es válido manejarlo de manera farmacológica”.
Por esta razón, la psiquiatra Vélez agrega que el tratamiento, ya sea psicológico o con un abordaje farmacológico, requiere del acompañamiento de sus seres queridos “es importante que la familia y amigos cercanos que están alrededor de las mujeres en embarazo y que han dado a luz recientemente, estén muy pendientes porque en muchas ocasiones las mujeres pueden sentirse culpables y temerosas de expresar este tipo de sentimientos, pues hay una gran expectativa social sobre el comportamiento de la nueva madre, y esto puede convertirse en una barrera para que ella identifique estos síntomas y busque la ayuda que requiere de forma oportuna”.
¡La depresión posparto se puede tratar!
En ese orden de ideas, si has dado a luz recientemente y te identificas con estos síntomas o conoces a alguien que presenta estas señales de alarma “no la juzgues o invalidez sus emociones con comentarios como ‘por qué tienes miedo si estamos aquí para apoyarte’, ‘no te sientas triste’, mejor dale una mirada amorosa y compasiva, acompaña desde el abrazo y escucha afectivamente”, explica Espitia.
Si las señales de alarma sobrepasan las dos semanas, la psiquiatra Ángela Vélez aconseja solicitar ayuda profesional y si en algún momento se presenta una crisis emocional no dudes en llamar a la línea 106 de la Secretaría de Salud o la línea de apoyo emocional de Compensar.
Recuerda que la depresión posparto puede superarse, siempre y cuando, se trate de manera oportuna, por eso no temas en solicitar apoyo profesional. Confía en tu proceso y que esta situación difícil la vas a superar.