Las cesantías son una prestación social a la que tienen derecho todos los trabajadores vinculados laboralmente, pero también, aquellas personas independientes que deseen ahorrar de manera voluntaria. Conoce los beneficios de hacerlo, cuándo utilizarlas y el plazo para pagarlas.
Las empresas colombianas tienen plazo de consignar las cesantías a sus trabajadores hasta mediados de febrero. No obstante, muchas personas desconocen para qué sirven y los requisitos que deben tener en cuenta a la hora de retirarlas. A continuación, Lisbeth Martínez, profesional de capacitación del operador de información de Miplanilla.com, nos explica todo lo que debes conocer sobre este fondo de ahorro.
– ¿Para qué sirven las cesantías?
Como su nombre lo indica, las cesantías se dan cuando el trabajador queda cesante. Por lo tanto, sirven como un auxilio cuando la persona ha quedado desempleada, garantizando así que cuente con una estabilidad económica, mientras vuelve a ubicarse laboralmente.
No obstante, el retiro de estos fondos también puede hacerse bajo otras condiciones como:
- Financiar programas de educación superior, ya sea del trabajador, hijos o cónyuge.
- Adquirir o remodelar vivienda.
– ¿Quiénes pagan las cesantías?
El pago de las cesantías está a cargo 100 % del empleador, por lo tanto, no se le hace ningún descuento al trabajador y tiene una fecha máxima de pagarse hasta mediados de febrero del año siguiente al cierre de cesantías.
Es decir que para este año, los empleadores tienen plazo hasta el 14 de febrero de 2022 para pagar las cesantías de los trabajadores que laboraron entre el 1 de enero de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2021. Estas se consignan al fondo al cual el empleado esté afiliado. Y en dado caso que el trabajador no manifieste la voluntad de afiliarse a algún fondo, el empleador lo consignará al que prefiera.
– ¿Quiénes tienen derecho a las cesantías?
Todos los trabajadores que están vinculados laboralmente bajo un contrato tienen derecho a las cesantías. Sin embargo, aquellas personas independientes, que no cuentan con una figura de empleador, pueden hacer sus aportes de forma voluntaria, puesto que ellos también están capitalizando sus ingresos para adquirir vivienda propia o acceder a estudios universitarios.
La única diferencia es que deben realizar la afiliación de forma directa y adjuntar una documentación adicional, en la que declare de dónde provienen sus recursos.
– ¿Cuánto deben pagar los empleadores o independientes?
Las cesantías corresponden a un mes de salario por cada año trabajado, pero se debe reconocer proporcional. En ese orden de ideas, si mi empleado laboró únicamente tres meses, no se reconocen los 360 días sino la proporción que ha trabajado.
De igual forma, es importante tener claro que los trabajadores que devenguen menos de dos salarios mínimos, la ley los obliga a incluir el auxilio de transporte.
– ¿Cómo se pueden ahorrar las cesantías?
El empleador liquida las cesantías a través de un operador de información para que el pago se acredite de forma directa en el administrador. Después de que el dinero entra a la cuenta individual de cada empleado. La persona como propietaria de este, puede disponerlo en alguna de las condiciones que se habilite para generar rentabilidad: ahorro a corto o largo plazo.
Por tal motivo, es importante que estos fondos se reserven para las condiciones que la ley lo habilita, en especial, la de cesante laboral porque muchas veces no se contempla esa posibilidad y cuando la persona queda cesante, es cuando comprende que este recurso le hará falta.
– ¿Si una persona queda desempleada se le cobra el retiro de las cesantías?
No hay comisiones de retiro o algún valor adicional, pero cabe resaltar que hay movimientos financieros como el 4 x 1000, el cual es obligatorio en toda transacción financiera.
– ¿Cómo retirar las cesantías?
Cuando el trabajador, en los casos en los que contempla la ley, desea retirar su ahorro debe tramitarlo a través del fondo de cesantías y dependiendo de la razón del retiro debe presentar documentación que lo soporte.
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Las cesantías garantizan un ahorro, por lo tanto, se convierten en un capital para sortear situaciones imprevistas como quedarse desempleado o invertir en la adquisición de vivienda o estudios superiores.
