La mente de un atleta es tan poderosa como su cuerpo, pero enfrenta desafíos únicos. En el deporte de alto rendimiento, cuidar la salud mental es tan crucial como el entrenamiento físico.
El deporte de alto rendimiento es una mezcla de disciplina, superación y logros. Sin embargo, detrás de los triunfos, los deportistas enfrentan desafíos emocionales y de salud mental que muchas veces pasan desapercibidos.
Según el Comité Olímpico Internacional, el 34 % de los atletas de élite sufren ansiedad y el 26 % han enfrentado cuadros de depresión. Estas cifras, según el Comité Olímpico Internacional, muestran una realidad que necesita más atención.
Ansiedad competitiva, aislamiento social y depresión son algunas de las afectaciones mentales más frecuentes en los atletas de alto nivel. Simone Biles y Naomi Osaka han abierto el camino al priorizar su salud mental, destacando la importancia de este tema en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 y en torneos clave.
¿Por qué es tan complejo para los atletas de élite?
Nelson Álvarez, profesional en rendimiento deportivo de Compensar, explica que, “los desafíos emocionales que enfrentan los deportistas de alto rendimiento son únicos y van más allá de los que experimentan los atletas convencionales. Mientras estos últimos tienden a enfocarse en el aprendizaje y la motivación, los primeros deben lidiar con la presión de mantenerse en la cima y las expectativas de entrenadores, familias y audiencias”.
Entre los desafíos más frecuentes se encuentran:
Ansiedad competitiva: lidera las afectaciones más comunes. El miedo al fracaso, la presión de los entrenamientos y el juicio público pueden generar:
- Burnout deportivo: sensación de agotamiento extremo.
- Trastornos alimentarios: relacionados con la presión de mantener un peso ideal.
- Estrés postraumático: Provocado por lesiones o derrotas significativas.
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¿Cómo abordar los desafíos de salud mental?
La clave está en un enfoque integral que incluya el acompañamiento de profesionales, el apoyo de entrenadores y familias, y la implementación de herramientas emocionales.
“El entorno es fundamental para gestionar la salud mental de los deportistas. Entrenadores, familiares y equipos médicos son las primeras líneas de apoyo para identificar señales de alarma como cambios drásticos en el estado de ánimo, pérdida de motivación, alteraciones en el apetito o aislamiento social”, destaca Nelson Álvarez.
Entre las estrategias más efectivas están:
- Incorporar mindfulness o yoga como herramientas para reducir la ansiedad.
- Establecer metas alcanzables que equilibren la vida personal y deportiva.
- Participar en programas integrales como los de Compensar, que incluyen intervención psicológica y talleres diseñados para fortalecer la salud mental de los deportistas y sus familias.
Un cambio necesario
Hablar abiertamente sobre la salud mental en el deporte es un paso transformador.
“Ejemplos recientes han demostrado que hablar abiertamente sobre la salud mental en el deporte puede ser un cambio transformador. Simone Biles declaró en una entrevista que es importante que los atletas hablen de sus problemas y busquen ayuda. En este sentido, los psicólogos deportivos y los entrenadores son un pilar esencial en esta etapa”, concluyó Nelson Álvarez.
Con la evolución del deporte, es esencial priorizar la salud mental y darle el reconocimiento que merece. Fomentar un entorno donde se normalice la salud emocional contribuirá al éxito deportivo y a la formación de personas resilientes y completas.
Si eres deportista o conoces a alguien que necesite apoyo, conoce más sobre los programas especializados de Compensar.