En ciertas ocasiones, los padres pueden tener algunos temores a la hora de quedarse solos con pequeños. Si este es tu caso, no te preocupes, ¡este artículo es para ti!
Al igual que la madre, el padre también debe tener todos los conocimientos fundamentales sobre cómo cuidar a su bebé. Aunque puede que a algunas mujeres se les facilite más esta labor, los padres no pueden quedarse atrás y por eso los invitamos a leer con atención los siguientes consejos básicos:
1. No entrar en pánico
Es normal que si tu bebé comienza a llorar, pienses que lo estás haciendo todo mal y aumenten tus nervios. Pero no pasa nada, no necesariamente tiene que estar enfermo, puede tener sueño o tal vez sea hora de cambiar su pañal. Lo importante es que le transmitas la calma que tienes y le demuestres todo tu amor.
2. Ser prevenido
Es clave prever que nuestro bebé va a necesitar ciertos elementos como pañales, leche o un tetero.
Por esto es importante conocer sobre la variedad de productos disponibles, conseguirlos con anticipación y, si es posible, comprar en cantidad porque así puede salir más económico y también te evitará algunas idas al supermercado. Recuerda que es mejor prever que lamentar.
3. Tener contactos de emergencia
Aunque lo más probable es que nada malo ocurra con tu bebé, es mejor tener siempre a la mano una lista de los contactos en casos de emergencia.
Personas como su pediatra, tu mamá, tu esposa o algún doctor de la familia serán fundamentales cuando te encuentres en una encrucijada que definitivamente no puedas resolver.
Por otro lado, evita despejar tus dudas con cualquier página de internet, pues en estos casos de urgencia podemos alarmarnos más de lo que se debe por no recurrir a un experto.
4. Aprende a identificar lo que le pasa
Si tu bebé lleva llorando mucho tiempo y ya has hecho de todo; le cambiaste el pañal, le diste comida, le cantaste una canción, lo meciste y lo meciste pero nada de esto dio resultado, debes prestar más atención.
Fíjate si le están creciendo los dientes y, si esto lo tiene molesto, lo mejor es darle un rascador de encías. Si tal vez no es eso, puede ser que tenga un dolor interno o fiebre, en cuyo caso lo mejor es que consultes con su pediatra.
Independientemente de la situación, lo importante es que compartas con tu bebé lo suficiente como para poder analizar su comportamiento y así lograr identificar más fácilmente cuando algo no ande bien.
5. Aprende a cargarlo
Tu bebé requiere de cierto cuidado especial por su pequeño tamaño. Si deseas cargarlo, recuerda pasar todo tu brazo sobre su columna vertebral hasta llegar a su cabeza y justo allí sujetarlo con un poco más de fuerza.
Con la otra mano te puedes ayudar pasándola de forma horizontal por su cintura y de esta forma tener mayor firmeza.
Si temes hacerlo mal, puedes usar una cangurera o un cargador para tenerlo junto a ti y el sonido de tu corazón le ayudará a sentirse más tranquilo.
Disfruta cada momento que pasas al lado de tu hijo/a, aprende a conocerlo, dedícale tiempo, demuéstrale todo tu amor y de esta forma la relación padre-hijo se fortalecerá y afianzará para toda la vida.